Carlos Scolari: «Es necesario regular el mundo de las IAs para evitar errores pasados»
El Catedrático de la Universitat Pompeu Fabra Carlos Scolari llama a aprender de la experiencia con las webs o redes sociales
Las Inteligencias Artificiales, porque hablar de ellas en singular «es un error» son una gran oportunidad que, de no tomar las medidas oportunas y y necesarias, puede conllevar varios problemas: protección de los datos de los usuarios, derechos de autor, respeto al copyright, el daño que pueden producir las fake news... La lista elaborada por el Catedrático de la Universitat Pompeu Fabra Carlos Scolari ayer en los Cursos de Verano de la UPV/EHU fue larga, detallada y muy a tener en cuenta.
Para Scolari las IA viven una evolución similar a la que vivieron las primeras web. «Los inicios fueron para compartir artículos científicos» e incidieron en «la circulación textual, a través de una interface amigable». Eran los tiempos que calificó de «democráticos, participativos», similares a los que vivimos ahora, pero donde «el laso oscuro de la fuerza la estaba operando». Así, llamó a aprender de los errores cometidos, sobre todo la falta de legislación y lo laxa que fue la existente, y a tomar cartas en el asunto ante los intereses económicos adyacentes y no siempre visibles. «Las empresas invirtieron mucho dinero y después de que la burbuja estallara aprendieron, quieren ganar dinero inmediatamente». Los banners de publicidad no eran suficientes y encontraron la forma en poco tiempo: la manipulación y monetización de datos personales. «Era un campo donde no había legislación hasta pasada una década». Y fue la época en la que nacieron muchos de los consorcios empresariales hoy existentes como Google, Facebook -hoy META- o Twitter -ahora X-.
Comparando ambos momentos admitió que en este caso «Europa se ha movido bastante rápido», aunque no por ello ha subsanado el vacío legal imperante. «Tenemos que evitar que se repita. Es liberar al lobo con todas las ovejas», insistió. Y es que a la par que la tecnología ha evolucionado, el perfil del usuario se ha modificado. Es decir, la generación que recibió la televisión se sentaba a ver la pequeña pantalla y era «simple receptora, como Homer Simpson», mientras que con la llegada de los ordenadores y, sobre todo, los smartphones, las nuevas generaciones son «activas, creadoras de contenido». Cierto es que el cambio comenzó en la década de los 2000 con las primeras redes sociales y los blogs, pero la verdadera «disrupción del consumo» ha llegado más recientemente.
Evolución constante
Durante la charla Scolari hizo un repaso de la historia de las IA, situando la época moderna a finales de la II Guerra Mundial con la aparición de los primeros algoritmos y ordenadores y aclarando que al evolución ha sido «con altos y bajos, con los llamados veranos e inviernos». Los primeros han coincidido con los momentos con mayor inversión y muchas publicaciones, el mencionado fin de la época bélica o la década de 2010, mientras que las segundas coincidieron con los años 70-80, el inicio de milenio, cuando explotó la burbuja de las puntocom, o la pandemia, cuando la telefonía móvil tocó techo y el sector diversificó. «Ahora estamos en una fase de boom». Scolari clasificó las existentes en dos grandes bloques, fuertes o débiles, que junto al clásico 'buenas y malas' forman un cuadrado visual que empleó durante la charla. Las fuertes serían las de «nivel homo sapiens o superior», pocas por ahora, y las débiles «la mayoría de las existentes y donde está el foco de atención e inversión», es decir, Midjourney, Tesla, OpenAi, Google AI, Alexa, Meta o Microsoft.
Esa masificación de IAs puede terminar, atisbó el catedrático, en «una plataformización» como ha pasado en otros sectores como el sector audiovisual -Netflix, Amazon, Disney+...- e incluso en una unificación como ha pasado con las aplicaciones para móviles de los distintos sistemas operativos. «Ahora tenemos una eclosión, pero luego algunas quedarán, otras desaparecerán o se agruparán», apuntó. Además, de cara a los escépticos, añadió que «esto no es un bluf como el metaverso. Es lindo, bonito y barato. Vamos a tener que aprender a convivir con las IAs, incorporarlas y conocer su lógica de funcionamiento. Eso sí, promoviendo un uso transparente y ético».
El momento cómico de la ponencia llegó cuando comparó la realidad, una escena que todo amante de la serie 'The Wire' sabrá de memoria, y cuando el propio Scolari pidió a ChatGPT que hiciese el guion de la misma. «Los dos detectives reconstruyen un asesinato y solo dicen la palabra f**k». La Inteligencia Artificial añadió en la primera versión mucho más texto y al pedir que se ciñese a la palabra respondió que no porque «era un lenguaje demasiado explícito». La causa, según explicó el catedrático es «que se ha ido modelando [la IA] para evitar problemas o denuncias».