La Audiencia de Álava desestima el recurso de Gil y da carpetazo al escándalo de Iruña Veleia
Mantiene la condena al exdirector del yacimiento y a un colaborador por el timo de los hallazgos que reescribían el origen del euskera y el cristianismo. Ninguno irá a prisión
Se le acabó la senda judicial a Eliseo Gil, quien fuera director del yacimiento alavés de Iruña Veleia, señalado como uno de los grandes engaños de la arqueología moderna. Hace algo más de once años, Gil vendió al mundo unos hallazgos increíbles que reescribían el origen del euskera y hasta del cristianismo. En junio del año pasado, el Juzgado de lo Penal número 1 de Vitoria le condenó por aquella estafa. Él recurrió. Ayer la Audiencia Provincial de Álava desestimó sus argumentos. No le quedan más instancias legales a las que llamar.
El fallo de los magistrados Tapia, Poncela y García Romo es tajante. «Desestimamos los recursos de apelación» de Gil y de su entonces socio, Rubén Cerdán. Por contra, sí estiman «parcialmente» el recurso presentado por la Fiscalía de Álava y la Diputación de Álava, propietaria de la instalación. Este nueva resolución tiene más de aprobación a la sentencia emitida hace medio año por la juez Isabel María Díez-Pardo que impacto real.
Sólo suben unos cientos de euros el dinero a pagar por el antiguo responsable del yacimiento a causa de «un delito continuado de falsedad en documento oficial, en concurso ideal con una falta continuada de daños al patrimonio histórico, concurriendo la circunstancia muy atenuante de dilaciones indebidas». Celebrado hace ahora doce meses, el juicio en Penal 1 llegó once años después de que estallara el escándalo por estos hallazgos tildados de «excepcionales».
En global y ya de manera oficial, Gil recibe un castigo de dos años y tres meses de cárcel que, en la práctica, no implicará su ingreso en prisión. Los magistrados le impiden volver a ejercer de experto arqueólogo durante un año, aunque hace más de una década que no ejerce en este campo laboral.
Acaba así una historia que la inmensa mayoría de la comunidad científica calificó de «puro humo». Las piezas desenterradas bajo su supervisión ni redefinieron el origen del euskera ni por supuesto situaban a diez kilómetros de Vitoria la primera representación gráfica de Cristo en la cruz conocida en la Cristiandad. Y así con decenas de hallazgos.
«Sin prueba de su falsedad»
La sentencia de la Audiencia Provincial de Álava ratifica el fallo de junio emitido por el Juzgado de lo Penal número 1 de Vitoria, entonces dirigido por la magistrada Isabel María Díez-Pardo. Le impuso un global de dos años y tres meses que, aunque no implique su ingreso en prisión –dado que ninguna de las dos penas supera los dos años–, sí sepultó su quijotesca defensa de unos hallazgos que en cuya veracidad sólo creen él y un reducido grupo de acólitos que le arroparon durante el proceso. Gil siempre ha defendido su veracidad. Ante la jueza dijo que «no hay demostración científica de que sean falsos».
A su colaborador Rubén Cerdán, autodefinido como físico nuclear y que se lucró con dos falsos informes de verificación, le cayó un año y tres meses. Tampoco pisará la cárcel.
Las condenas
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Eliseo Gil Condenado a un global de dos años y tres meses de prisión por un delito continuado de estafa y otro de falsedad documental. Le pedían hasta 7 y medio, que se rebajaron por los 11 años de espera hasta celebrar el juicio.
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Rubén Cerdán Un año y tres meses de prisión por avalar la presunta autenticidad de los hallazgos.
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Óscar Escribano El geólogo aceptó un trato con la Fiscalía antes de arrancar el juicio. Un año de cárcel.