Protagonista de la obra 'El efecto'
Alicia Borrachero: «No se puede poner el amor bajo el microscopio de la ciencia»El sábado estará en el teatro Victoria Eugenia con una función que se pregunta si en los sentimientos somos algo más que pura química
Acompañada en escena por Fran Perea, Itzan Escamilla y Elena Rivera, Alicia Borrachero protagoniza este sábado en el teatro Victoria Eugenia, a las 19.30 ... horas, 'El efecto', una función en la que dos jóvenes y dos médicos participan en un experimento científico «sobre el origen del amor y los límites de la ética», como resumen los creadores de esta versión dirigida por Juan Carlos Fisher.
– Más allá del experimento científico que centra la función, parece que los cuatro personajes están bastante perdidos.
– Efectivamente, cada uno, como dices, con sus circunstancias. ¿Qué les pasa a estos cuatro en su vida? Los jóvenes andan buscando algo, cada uno tiene su historia. Él aparentemente viene para sacarse un dinero, pero al final está buscando otra cosa. Y a ella, que parece que llega porque estudia psicología y ciencias sociales y tiene mucho interés en ver cómo es el experimento, de pronto le pasa algo totalmente inesperado.
– Y con los doctores ocurre algo parecido.
– El personaje de Fran Perea, que es como el triunfador, el científico exitoso y emprendedor, al que parece que todo le va bien, de pronto se ve confrontado con una realidad muy potente que tiene que ver también con la ética de su trabajo. Y mi personaje... se las ve con su falta de fe en la ciencia. Y con un pasado que no vamos a desvelar.
– Ha comentado que la gran pregunta de la obra es si somos algo más que pura química. ¿Tiene respuesta?
– Sería una depresión absoluta si solamente fuéramos química. Espero que vayamos más allá de lo puramente químico y biológico. Que exista algo más, llamémoslo energía, alma, llamémoslo como cada uno quiera y crea. Pero sí, pienso que hay algo que va más allá. Por eso mi personaje está muy peleado con su propia profesión. Porque si bien es una científica y tiene toda la formación y es buena, muy buena en su trabajo, hay una parte en la que entra en conflicto especialmente con la utilización de la medicación en trastornos mentales.
«Sería una depresión si solo fuéramos química. Espero que exista algo más, sea energía, alma o lo que cada uno crea»
– Si al amor lo ponemos bajo el microscopio de la ciencia, ¿no estamos prescindiendo del misterio, de lo inconmensurable?
– Claro, es que no se puede poner bajo el microscopio de la ciencia. Eso también en esta obra se va a ver todo el rato. Hay una discusión constante sobre si lo que está ocurriendo es por la medicación o por otras razones. Científicamente está sucediendo, sin duda. Hay una serie de factores completamente físicos que coinciden con un enamoramiento como la elevación de los niveles de dopamina... de todo. Pero la pregunta es la del huevo y la gallina. ¿Está ocurriendo por la medicación o esto es algo que está pasando realmente y, por lo tanto, la medicación no es lo más importante? Porque si nos basamos en eso, podríamos crear también una medicina para la felicidad. Y este es un poco el tema, un tema bien interesante en mi opinión.
– Me parece que a la hora de vender la función se están centrando mucho en el tema del amor, pero va más allá, habla de las enfermedades mentales y de la depresión en concreto.
– Absolutamente, absolutamente. La autora es Lucy Preble, participó en la serie 'Succession', donde trabajó como guionista y coproductora ejecutiva. Es una serie muy poco convencional, sin pelos en la lengua. Tiene un sentido del humor muy inglés, es muy sarcástica. Y esta obra no es un tratado científico sobre el amor y la filosofía de la vida. Para empezar está escrita de una manera muy cercana y cotidiana, incluso con mucho humor, pero llevado al ámbito científico. Una de las grandes cualidades de la función precisamente es lo que acabas de decir: más allá de lo científico habla de cosas actuales y profundas, como la salud mental. Y está muy presente el tema de la depresión. Aunque si hablo de eso voy a rebelar muchas cosas de la función. Pero es un tema central dentro de la trama de la obra.
«La obra trata de temas actuales y profundos, su autora fue guionista y coproductora de la serie 'Succession'»
– Tengo la sensación de que, aunque se utiliza algo el humor, hay todo el rato un fondo triste.
– Podría ser, lo que desde luego no hay es un relato amable y bonito, que todo el mundo se ría y salga contento del teatro. Tampoco es una patada en el hígado, ni mucho menos. Por eso es muy actual, porque es muy real.
– ¿La forma en que cada uno nos apañamos con las cosas del amor nos define como personas?
– No creo. Lo que nos define tiene que ver con cómo vamos poniendo un pie detrás de otro en la vida. Ya sea en el amor, en el trabajo, en la amistad, pero no en el amor necesariamente. Porque el amor está en todas partes, ¿no? Uno puede amar su profesión, no solamente a una persona. No lo veo como algo unicamente romántico.
– Ahí viene otro tema, el amor romántico, que parece cada vez más denostado.
– El amor romántico es una idealización. Y, como tal, creo que el asunto es saber que es una idealización. Cuando vas al cine y ves algunas películas, sobre todo las de antes, en las que era como él es guapísimo, ella es guapísima y se van a dar el beso. ¡Esa cosa del beso! Esa idealización me encanta, siempre y cuando sepas que lo es. El problema aparece cuando no crees que es una idealización y de verdad piensas que el amor es así. Porque entonces vas a sufrir lo que no está escrito. Entonces, bueno... Creo que, en general, como sociedad estamos atravesando por un momento muy complicado, en el que, entre muchas otras cosas vivimos con mucha confusión en lo referente a lo femenino y lo masculino.
«La idealización del amor romántico me encanta, siempre que sepas que es una idealización. Si no sufrirás mucho»
– Cada vez se usa más la ayuda médica y farmacéutica para sentirnos 'bien'. ¿Se pueden medicalizar las emociones?
– No. Estamos en un momento con un gran avance en toda la información sobre la importancia del trabajo de los psicólogos, de los terapeutas y de los psiquiatras, y cómo todo eso es parte de nuestra salud. Esto para mí es el mayor avance. Es en un momento muy bueno, si miras a treinta años atrás, ir al psicólogo no estaba bien visto. Pero dicho esto, como tenemos al alcance la posibilidad de atenuar algunos síntomas que tienen que ver con sentirnos mal, pasa que mientras hacemos un proceso terapéutico a veces puede que estemos confiando mucho en la medicación por la medicación. Que no deja de ser un apoyo, pero tiene que ser un apoyo, no es nunca la solución.
– Hace seis años me dijo que «confianza y alegría es el resumen de lo que me gusta vivir como actriz».
– ¡Ay, qué bonito! No me acordaba, pero qué fuerte. Pues tengo que decirte que sí, sigo con el mismo anhelo. Y desde entonces hasta ahora he dado pasos hacia ahí. Me está ocurriendo mucho más a menudo tener una confianza más profunda y una alegría mucho más ligera también. Como la alegría de todo, de las pequeñas cosas, en la profesión también lo vivo.
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