La Donostia que se sueña euskandinava y se mira en Binoche

La muestra con las fotos de Brunet abrió al público ayer a las once de la mañana y media hora después un montón de curiosos llenábamos sus salas. Auguro un enorme éxito de público porque la exposición comisariada por Lola Horcajo y Juan José Fernández Beobide lo tiene todo, como un documental de National Geographic. Las fotos de José Brunet Bermingham (1836-1891), empresario y fotógrafo, son de una modernidad sorprendente, y han sido restauradas con tanta calidad que parecen de hoy. Pero son de hace siglo y medio, cuando San Sebastián se reinventaba tras el derribo de las murallas con una visión de futuro que tanto admiramos (¿y añoramos?) hoy. Las fotos atrapan, y están tan bien documentadas por los comisarios que son una lección sobre nuestro pasado con moraleja de cara al futuro.

Ojalá proyectos como el presentado ayer por el BCC para Gros tanbién acierten y sean objeto de exposición dentro de 150 años. El 'Olatuen bidea. Camino de las olas', que es como se llama el nuevo edificio para el 'GOe - Gastronomy Open Ecosystem' (vaya denonimaciones inventamos) ha sido creado por el estudio danés de arquitectura Bjarke Ingels Group (Big), con despachos en distintas ciudades como Barcelona. Sobre el papel tiene un estupendo aspecto, con ese estilo nórdico adaptado a lo vascos, según sus autores, entre los que se encuentra un portugués, Joao Albuquerque, que fue quien vino ayer a explicar el proyecto. Aún no entiendo para qué servirá ese edificio, pero intuyo que irá bien.

Los escritores de novela negra en el País Vasco acuñaron con humor el término «euskandinavo» para referirse a la conexión 'noir' entre lo que hacen los suecos o daneses y lo que practican guipuzcoanos o vizcaínos. En la gastronomía también hay vasos comunicantes entre, por ejemplo, Andoni Luis Aduriz en Mugaritz y Rene Redzepi en el Noma (hecho por cierto por el estudio Big). A la Donostia que se quiso parisina y fue herzegovina en el bélico y pasado sentido del gentilicio no le viene mal una dosis euskandinava.

Pero de momento seguimos apostando por la eterna conexión francesa. Juliette Binoche protagoniza el cartel de la 70 edición del Zinemaldia y recibirá el Donostia. La actriz que siempre nos había conquistado en pantalla también nos sedujo en persona en sus sucesivas visitas al Festival. La agencia Dimensión, con Guille Viglione y su equipo, han creado los carteles. Y la exposición que se anuncia en Tabakalera sobre los 70 años, con merecido homenaje al público, tambión se augura notable.

Por Donostia pasó en varias ocasiones, siempre con éxito, la gran Teresa Berganza, la penúltima diva, fallecida ayer. Cómo aplaudimos sus recitales y cómo recuerdo una larga conversación nocturna con ella en el Victoria Eugenia con José Antonio Echenique de introductor. Eterna, Berganza.

mezquiaga@diariovasco.com