Reivindicación del ciclismo real y de casa

Son soñadores. Si no lo fueran, no estarían donde están. Y siguen soñando. Mikel Iturria (Urnieta, 1992) recorría ayer los últimos kilómetros de la Clásica. «Murgil sigue tan duro como siempre. Ya me lo conocía pero viene bien repasar». Se llama motivación. Piensa en el sábado. «A ver cómo plantea la prueba el equipo y cómo estoy. Estar en la fuga un día así es bonito. Ser protagonista ante tu gente. Y si no, a ver si en los últimos kilómetros se dan las circunstancias como para dejarme ver. Siendo ambicioso, estar entre los veinte primeros sería genial».

El ciclista del Euskaltel-Euskadi llega en plena forma tras estar con los mejores el domingo en la Clásica de Ordizia. Fue quinto «pero me quedo con que tuve la capacidad de atacar en lo más duro y me encontré mejor de lo que esperaba. Venía de pasar tres semanas en altura, en Sierra Nevada, y tenía dudas de cómo respondería el cuerpo. Para mí, la Clásica, por recorrido y distancia, es mejor prueba que la de Ordizia, lo que pasa es que viene muy buena gente. Pero tengo ganas de competir contra los del World Tour», señala quien ya ganó una etapa de la Vuelta hace dos años en Urdax. «El objetivo más importante del año va a ser la Vuelta, estar al cien por cien allí para luchar por etapas, y ahora estoy ya bien así que a ver si lo aprovecho el sábado».

Espera llegar bien también Jon Irisarri (Leaburu, 1995), quien ayer recibía la vacuna contra la Covid y «espero que si me hace efecto sea algo de un par de días pero que el sábado esté bien. Corro la Clásica de Castilla y León el jueves y allí comprobaré cómo voy pero lo importante viene el sábado». Fue protagonista de la fuga del día en la última edición de la Clásica, en 2019, y «fue una experiencia maravillosa. En la élite uno tiene que saber cuál es su rol y yo sé que no voy a estar con los primeros en Murgil, así que trataré de dejarme ver antes, entrar en fugas, ganar clasificaciones menores como la Montaña o las Metas volantes...». Viene de pasar tres semanas en Sierra Nevada y «en Ordizia noté que me faltaba un punto, pero espero estar mejor el sábado». Es una de las dudas del Caja Rural para la Vuelta. Lleva ocho fugas este curso y ha subido varias veces al podio. Creo que el año pasado ya di un salto de nivel y ahora se trata de confirmarlo«.

A diferencia de sus dos citados compañeros de fatigas, Jon Agirre (Zumaia, 1997) debuta en la Clásica. Llega de hacer 12º en el Tour de Alsacia nada más bajar de diecisiete días de entrenamientos en altitud en Andorra. «Es la carrera que has visto desde pequeño y me hace ilusión correrla. Creo que llego en buena forma aunque en la Itzulia ya noté que el nivel World Tour es muy alto. Trataré de dejar una buena imagen y quedarme a gusto. Lo importante es que creo que estoy dando pasos adelante poco a poco». No le preocupa no correr la Vuelta –Kern Pharma no estará en la salida– «porque tengo Burgos y carreras en Italia, Alemania y Croacia». Primero, la Clásica.