Las cinco cabalgadas de Evenepoel

Tras el primer paso por Murgil, en el que pasa descolgado por un problema mecánico en el inicio de la ascensión, Evenepoel alcanza al grupo y reparte bidones entre sus compañeros de equipo, entonces Quick-Step. Llega a la cabeza del grupo y responde a un ataque de Toms Skujins (Trek) en la zona de Usurbil. Se van los dos, abren hueco y en la segunda subida a Murgil descuelga con facilidad al letón y se marcha a por la victoria. A sus 19 años, es su primer triunfo en el World Tour.

Un monumento de carrera. Nada más coronar La Redoute se lanza a por todas. Poco le importa que resten 29,5 kilómetros. Evenepoel arranca con tanta fuerza que despega del suelo la rueda trasera. Parece que va a volar. No parece. Vuela hacia la gloria. Pedalea como los grandes rodadores en los tramos llanos, sube a ritmo los repechos y las cotas sentado sobre el sillín, resiste la reacción de los rivales y lanza la bici en las bajadas para mantener a raya a Van Aert y compañía. El rodaje adquirido unas semanas antes en la Itzulia le sienta de maravilla. Demuestra fondo y fuerza. Después de dos kilómetros finales tranquilos y dedicados a las celebraciones, le sobran 48 segundos.

Pogacar pierde comba en Jaizkibel cuando estaba llamado a desquitarse de la derrota en el Tour. Todos las miradas recaen sobre Evenepoel. No vacila. Al contrario. A falta de duelo con el esloveno, es hora de marcarse un solo. Tras una probatura del Education First en las rampas iniciales de Erlaitz, toma el mando, eleva la velocidad y únicamente Simon Yates es capaz de seguirle a rueda. El jefe de 22 años le pide un relevo con el típico gesto del codo. No pasa. No puede. Diez metros más arriba cede. Adiós. La Clásica es suya por segunda vez. Detrás, un rosario de corredores. Sivakov, a 1:58; el séptimo, a 4:09. Diferencias abismales.

Francia controla el Mundial en el circuito de Wollongong (Australia), pero Evenepoel arranca a 74,5 kilómetros de meta y selecciona la fuga que se va por delante. A 34,5 del final vuelve a cambiar el ritmo y solo puede seguirle el kazajo Alexey Lutsenko, al que acabaría dejando atrás 10 kilómetros más tarde en la última subida al muro de Pleasant. Los últimos 25 kilómetros rueda en solitario y el pelotón llega a meta a dos minutos y 21 segundos. Se proclama campeón del mundo con solo 22 años, poco después de haber ganado también la Vuelta a España.

Tras la caída de Pogacar en los primeros kilómetros, Evenepoel se queda como el gran favorito y la responsabilidad no le pesa. Como el año anterior, elige el tramo final de La Redoute para romper la carrera. Tom Pidcock (Ineos) logra darle alcance tras coronar, pero el británico, pese a ir a rueda, debe dejarle marchar poco después para no reventar ante el ritmo del belga en un terreno en el que es inalcanzable. A 27 kilómetros de meta, el campeón del mundo se queda solo y se dirige a una nueva victoria en Lieja. Ayer, repitió en la Clásica de San Sebastián con otra exhibición marca de la casa. Como en 2022, ya tiene el doblete Lieja-Donostia y su próxima carrera será el Mundial, el domingo que viene.