Ciclismo
«El 'Everesting' se me hizo muy llevadero con el apoyo y la compañía de la gente»Jon Morillo acumuló más de los 8.848 metros necesarios con 56 ascensiones a San Marcial
56 subidas a San Marcial, 9.465 metros de desnivel, quince horas y media... Esos son los fríos datos que dejó Jon Morillo con ... su 'Everesting', pero el reto de este irundarra de 23 años fue mucho más que números.
«Fue una pasada», asegura el protagonista. «Yo quería que la gente se animara y participara, pero no me esperaba que vinieran tantos. Yo sólo, sin compañía, hice como mucho diez subidas, en el resto siempre fui con alguien».
En la primera, a las cuatro de la mañana, le acompañó el concejal de Deportes, Borja Olazabal. «Hasta la séptima subida fui sin nadie, y después empezó a venir gente que me acompañó. Los chavales del Club Ciclista Irunés andaban subiendo y bajando, alguno ya haría igual quince veces».
Entiende que esa compañía fue determinante para un mejor desarrollo del reto. «Se me hizo más fácil de lo que yo esperaba. Pensaba que tendría momentos malos, pero al ir acompañado la mayoría del tiempo iba hablando y no me daba tiempo a pensar en lo que me quedaba. Y el ritmo fue muy bueno. Cada vez iba más rápido».
El inicio de la subida lo fijó en el aparcamiento que hay junto al cementerio, y el final estaba un poco más adelante del de San Marcial. Allí colocó el Club Ciclista Irunés una pequeña txozna, en la que hubo ambiente todo el día y se recaudaron casi 500 euros.
Con 53 hubiera bastado
Morillo había calculado que necesitaría 56 repeticiones para superar los 8.848 metros de desnivel, pero la pequeña subida que hay desde el puente de la autopista hasta Blaia le sumaba diez metros cada vez. Aunque 53 subidas le hubiera valido, «había dicho que 56 y fui a por 56. Además, quería dar tiempo a que llegara la gente a la hora que había dicho en la que iba a acabar, hacia las siete. Y el Garmin no iba muy bien, así que no me la quería jugar». Por lo tanto, subió al Everest y algo más, ya que acabó con un desnivel acumulado de 9.465 metros.
En cuanto a la última subida, fue ligeramente distinta, ya que se metió por la pista de hormigón y acabó junto a la ermita. «Para la última subida estaba un poco nervioso porque había mucha gente. Yo he competido, pero lo del domingo no lo había experimentado nunca. Fue súper emocionante». Al acabar «me puse a llorar. No sé si por la adrenalina o la emoción, pero no noté cansancio. De sensaciones fui muy bien todo el día y no acabé agotado».
Rifa del Club Ciclista Irunés
El Club Ciclista Irunés montó una rifa con varios regalos, y los números premiados que no han sido ya canjeados por regalos son: 257 (casco), 120 y 342 (maillot), 241 (candado), 272 y 061 (calcetines), 228 (chaleco), 256 (chubasquero), 267 (mochila), 079 (polo Katea Bike), 340 (cubiertas) y 007 y 040 (botellines).
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