Bienestar Social gestionó en 2018 ayudas para cubrir las necesidades básicas de 1.329 familias en Irun

El delegado de Bienestar Social, Sergio Corchón, y la responsable del Servicio de Atención Primaria, Mila Holgado, hicieron ayer balance de las prestaciones más importantes que gestiona su departamento (AES y Ayudas Especiales)concedidas a familias del municipio que se encuentran en situación de precariedad económica.

Las AES están financiadas por el Gobierno Vasco, aunque son de gestión municipal. El año pasado, estas ayudas cubrieron necesidades básicas de 628 familias de Irun. Al igual que ha ocurrido en años anteriores, en el verano de 2018, el Ayuntamiento había comprometido ya totalmente la dotación presupuestaria prevista por el Ejecutivo autonómico, que era de 621.663 euros. Por ello, el departamento de Bienestar Social destinó 235.561 euros más para tratar de cubrir las peticiones que fueran llegando hasta fin de año.

«Los ayuntamientos tenemos cierta flexibilidad para gestionar las AES», explicó Sergio Corchón. «En Irun seguimos la línea de destinar la cuantía máxima, siempre y cuando se cumplan los requisitos para ello». Desde hace tiempo, por otra parte, el Ayuntamiento de Irun «decidió reforzar con fondos propios estas ayudas que cubren necesidades básicas de la ciudadanía, como gastos relacionados con la vivienda (pagos de alquiler, mantenimiento, recibos de luz y gas...) y otras», añadió el delegado.

En total, en 2018 se concedieron 1.143 ayudas de este tipo. Sergio Corchón aclaró que una misma familia puede optar a más de un concepto de ayuda (pago de vivienda y del recibo de luz, por ejemplo) e hizo hincapié en el apoyo que suponen las AES, para personas mayores de 60 años (206 casos en 2018), «ya que les permite completar su pensión u otras prestaciones para ver cubiertas sus necesidades más básicas».

Corchón y Holgado hicieron también balance de las Ayudas Especiales, financiadas y gestionadas por el Ayuntamiento. Se trata de una línea de prestaciones económicas de naturaleza excepcional, que atienden situaciones que se salen del marco general del Sistema de Garantía de Ingresos y que se conceden previa valoración de las trabajadoras sociales. En 2018, se concedieron 239 ayudas de este tipo, a 195 presonas y familias, por una cantidad de 189.710 euros. En total, la cantidad destinada a las AES y Ayudas Especiales ascendió el año pasado a 1.046.935 euros. Todas las ayudas están sometidas «a un procedimiento de control riguroso. Trimestralmente, hay que presentar justificantes de los gastos realizados, en cantidad y concepto», explicó la responsable de Atención Primaria.

Los servicios sociales municipales actuaron el año pasado en 498 casos de familias con dificultades para mantener la vivienda o que habían recibido orden de desahucio. Las intervenciones fueron de tipo económico, de alojamiento alternativo o se derivaron hacia recursos de asesoramiento jurídico. Concretamente, se concedieron 285 AES para alquileres y pagos de créditos y 89 Ayudas Especiales para pagos de alojamiento. Además, desde 2013 está en funcionamiento un dispositivo especial para atender situaciones de desahucio o riesgo inminente de desahucio, con una trabajadora social contratada específicamente para ello. El año pasado este servicio atendió 86 casos. «La vivienda es una necesidad básica y su pérdida afecta de forma brutal a las familias», señaló Mila Holgado.

La responsable de Atención Primaria apuntó que, sobre todo en los últimos años, «se ha visto cómo cualquier familia puede pasar por un momento de dificultad económica» y recordó a las personas que se vean en esta situación que «pueden acercarse al área de Bienestar Social (plaza Urdanibia), para ver si cumplen los requisitos para acceder a las ayudas».