167 bebés irundarras recibieron sus acebos

El acto 'Un acebo para crecer juntos' celebró su tercera edición con un tiempo espléndido que contribuyó a redondear esta jornada familiar que sustituye, desde 2017, a la plantación de árboles en terrenos rurales de Irun. El nuevo formato tiene la ventaja de que permite la participación de toda la familia, desde aitonas y amonas hasta hermanos mayores de los bebés. Y, una vez, los acebos tengan el tamaño necesario, pueden plantarse en terrenos públicos. La iniciativa quiere mantener el componente de sensibilización hacia el medio ambiente que tenía la plantación de árboles: el acebo es una especie que no abunda en los montes del entorno y se quiere contribuir a su preservación.

El año pasado nacieron en Irun un total de 469 niños y niñas, de los que 167 participaron en el acto. Debido a la Ley de Protección de Datos, el Ayuntamiento no puede dirigirse directamente a ellos para que se apunten a la iniciativa: deben ser las propias familias las que se inscriban.

Junto con las plantas, las familias recibieron un ejemplar del cuento 'Gorosti ttikia ta ni', que narra la historia de un niño al que le regalan un acebo que debe cuidar, una experiencia similar a la que podrán vivir los bebés de 2018. Concejales de Corporación municipal se encargaron de entregar ambos regalos a los asistentes. A continuación, se ofrecía la posibilidad de sacarse una fotografía familiar en una cabina instalada bajo los arkupes. A fin de que no se formaran colas, algo que ocurrió al año pasado, el reparto se organizó ayer en turnos de 15 minutos.

Además de su acebo, desde este año los nacidos en Irun reciben, en el momento de su empadronamiento, un kit que incluye un pañuelo rojo con el escudo de Irun bordado, una funda para guardar la cartilla sanitaria y una carta de bienvenida del alcalde. Este otro regalo de bienvenida se está entregando a todos los bebés nacidos a partir del 1 de enero de 2019.