Hondarribia

«No sé cómo vamos a hacer para colocar a 130 cantores en el altar de la iglesia»

Hace unos meses, dentro del Ciclo de música sacra de Eskifaia, ya vivió un adelanto de la despedida y «disfruté mucho. Aparte de que nos invitaran en uno de los conciertos con nuestro coro, que me propusieran dirigir la segunda parte del concierto con Eskifaia me hizo una ilusión enorme. Enorme. Se lo agradecí mucho».

Para el concierto de este sábado ha querido contar con los cantores a los que ha dirigido en estos más de cincuenta años. Serán medio centenar de Ederki, otro tanto de Eskifaia y casi una treintena de Aquam Lauda. En total, cerca de 130 personas. Reconoce que «lo único que me preocupa es cómo ubicarlos en el altar y en los laterales». Por lo demás, «tengo ganas de que la cosa vaya bien. Que estemos todos felices, que disfrutemos del concierto y que sea una despedida interesante».

Para su último concierto, «y el de mi mujer», Busto ha querido «primero despedirme de mi propio coro y, después, invitar a estas personas. Me parecía una forma interesante, agradable, de acabar el ciclo contando con antiguos cantores míos». Ya han realizado dos ensayos, uno con Eskifaia y otro con Eskifaia y algunos componentes de Ederki, y queda el general, el mismo sábado.

Esos 130 cantores se acercan a los 115 con los que empezó Eskifaia en 1978. Busto recuerda que «en aquella época para el pueblo fue una especie de revolución. La gente que quería cantar solo tenía el coro parroquial y, entonces, que apareciera un coro profano, no relacionado con la iglesia, fue muy potente».

Antes de estar dieciséis años al frente de Eskifaia, desde 1971 había sido director de Ederki, coro formado por vascos que estudiaban en Valladolid. «Yo no tenía formación, pero me lancé». De esa agrupación vendrán cerca de cincuenta personas al último concierto de Busto. «La mayoría vive en Gipuzkoa, pero hay una chica que viene de Estados Unidos, otros de Andalucía... de muchos sitios».

Después de Ederki y Eskifaia, Busto llevó las riendas de Kanta Cantemus (1995-2007) y Aquam Lauda (desde 2014). Explica que «éste es continuación de aquel pero en realidad digamos que el concepto es uno».

En Aquam Lauda cederá el testigo a Eva Ugalde, «una compositora con muchísima proyección, una grandísima música, que no tengo duda de que lo va a hacer muy bien».