Amaiur enseña algunos de sus secretos
El alcalde de Baztan y el jurado de Amaiur acompañaron a la presidenta Uxue Barkos en su visita
ALICIA DEL CASTILLO
Miércoles, 12 de agosto 2015, 01:11
Hace diez años muchos visitaban la cima del monte Gaztelua, en Amaiur para recordar la última batalla de la conquista del Reino de Navarra y se sacaban una foto ante el obelisco que recuerda a los últimos defensores. Pero entonces nadie podía imaginar que los restos del antiguo castillo de Amaiur estaban a tan sólo un palmo de la superficie. La Historia local cuenta que con las piedras de la antigua edificación se construyó la Iglesia de la localidad, pero lo que nadie sabía es que muchas de esas piedras seguían intactas bajo sus pies, y que en ellas se podían apreciar las dimensiones y también algunas características del castillo.
Poco a poco, tras la apuesta que hizo el Ayuntamiento de Baztan y la Sociedad de Ciencias Aranzadi, además de algunas ayudas de Udalbiltza, se fue excavando. Campaña tras campaña, tan solo un mes durante cada verano, los resultados no decepcionaron y hoy en día se puede visitar una excavación musealizada que ayuda a comprender lo que se ve.
El lunes pudieron comprobarlo la presidenta del Gobierno de Navarra, Uxue Barkos; acompañada por la consejera de Relaciones Ciudadanas e Institucionales, Ana Ollo; el alcalde de Baztan, Joseba Otondo; el alcalde-jurado de Amaiur, Isaac Rekalde, y el secretario general de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, Juantxo Agirre.
Para llevar a cabo la musealización del recinto, abierto al público desde el pasado mes de febrero, se han construido accesos y una pasarela alrededor del lugar, además de colocarse señales y paneles explicativos. Por primera vez además se mostraban algunos de los objetos más singulares encontrados en el lugar, fechados a comienzos del siglo XVI, durante la conquista de Navarra, fecha en la que el castillo adquirió el mayor protagonismo. Se trata de una espada completa y de media docena de balas de cañón de hierro fundido, alguna de las cuales pesa cerca de 15 kilogramos.
Unos 2.000 objetos
Las excavaciones se iniciaron hace diez años y constituyen la primera intervención arqueológica que se acomete en el lugar. Gracias a este trabajo, se ha podido definir cómo era el castillo. Se ha identificado la existencia de una torre central, rodeada por una muralla con cinco torres semicirculares, que componían el recinto inicial construido en el siglo XII y cuya superficie alcanzaba unos 1.000 m2.
Igualmente, se ha localizado una segunda muralla defensiva, levantada en los siglos posteriores, con cuatro torres y que incorporaba un paseo de ronda. Las murallas tenían entre 6 y 8 metros de altura.
En 1512, tras la conquista de Navarra, el castillo adoptó su configuración definitiva, convirtiéndose en un baluarte preparado para la artillería, para lo cual se construyeron dos cubos de piedra que albergaban cañones, así como un aljibe.
Los trabajos arqueológicos han permitido extraer a la luz cerca de 2.000 objetos, fechados desde la época medieval hasta la época de la conquista. Se trata fundamentalmente de puntas de flecha, puntas de lanza, monedas, piezas de vestimenta (hebilllas, alfileres), y otra serie de elementos relacionados con la vida cotidiana: restos de animales, piezas de vasija, e incluso un cubo de agua y un kaiku, ambos de madera, que se han conservado en buen estado. Del siglo XVI se han hallado también proyectiles y restos de proyectiles de gran tamaño.
Anualmente, se lleva a cabo una campaña de excavaciones, en la primera quincena de agosto, y el resto del ejercicio se llevan a cabo labores de mantenimiento. Cada campaña es atendida por unos 40 voluntarios, muchos de ellos vecinos de Amaiur, bajo la supervisión de técnicos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi. Se estima que en estos años han colaborado en los trabajos medio millar de personas.