Zumarraga

«El baile es para mí una forma de expresión, una herramienta que me hace feliz»

Alba comenzó a bailar «cuando tenía 15 años, en los cursos de bailes de salón de Jose Mari Orbegozo, pero soy un poco ambiciosa y quise ampliar mi formación. Empecé a salir del pueblo, a Irun, Zarautz y Donostia, para tomar clases de contemporáneo, ballet y jazz y después me animé también con la salsa».

La joven decidió encaminar su futuro profesional hacia el mundo de la empresa estudiando la carrera de ADE, pero finalmente su pasión por la danza ha tenido más peso. «Estudié la carrera, pero a la vez me iba formando como bailarina. Después, hace cuatro años, surgió la oportunidad de empezar a trabajar profesionalmente en una academia de Pamplona y es a lo que me dedico. Al final es lo que me hace feliz. Me apasiona el mundo del baile y opté por el baile como medio de vida».

Así, actualmente Alba imparte, de lunes a jueves, clases de ballet, contemporáneo, lírico, jazz, salsa, bachata, tango... y los viernes, «voy a Irun a seguir formándome y a preparme para competir». La zumarragarra dedica al baile «siete o más horas al día. Unas cinco horas de media impartiendo clases y una o dos de entrenamiento».

La temporada de competición está a punto de comenzar. «Yo compito en contemporáneo, en grupo junto a otras cinco chicas». Este tipo de baile se puede definir como «una desestructura del ballet, es más suelto, más fluido, más sentimental... El ballet siempre ha sido muy estructurado, muy perfecto y el contemporáneo surgió para romper con esos esquemas y poder expresarse de una forma más libre con el cuerpo».

La joven explica que «el año pasado hicimos una temporada bastante buena, quedamos primeras en bastantes competiciones y lo que queremos este año es mejorar». El pasado mes de septiembre Alba y sus compañeras de grupo incluso participaron en una final europea que tuvo lugar en París.

Ahora tienen la mente fija en la temporada que está a punto de comenzar. «La primera competición será el 19 de marzo, en Orio, y a partir de ahí y hasta mediados de mayo todos los fines de semana tendremos algún campeonato». Su objetivo, además de «ir a ganar» pasa por «dar a conocer nuestro trabajo, que nos ha llevado mucho esfuerzo. La coreografía es tan bonita que queremos que el público la vea y pueda sentir todo lo que sentimos nosotras». Asimismo, se trata de «superarnos a nosotras mismas y disfrutar que, al final, es lo más importante».

Para «conocer mejor el cuerpo, mejorar y rendir más» la bailarina también se está formando «para ser profesora de pilates y también estoy haciendo cursos de nutrición».

Igual que en el deporte, las lesiones suponen un hándicap en el mundo del baile. «He tenido muchos esguinces de tobillo, también rotura de fibras en los isquios y la rodilla izquierda me da bastante guerra, pero todavía no he tenido una lesión que me haya alejado del baile durante mucho tiempo. También trabajo mucho en el gimnasio para fortalecer», explica.

Alba lo tiene claro, quiere «llegar a ser una de las mejores bailarinas, compartir mis conocimientos y poder ser un referente en el mundo del baile».