Borrar
Las diez noticias clave de la jornada
Jorge Andueza y Juan Carlos Lázaro en la inauguración de la exposición de Kultur Aterkia en el Portalón. LIMIA
«La insumisión era una actitud ante lo injusto, que hoy nos recuerdan movimientos como el feminismo»

Urretxu

«La insumisión era una actitud ante lo injusto, que hoy nos recuerdan movimientos como el feminismo»

La exposición dedicada a los insumisos de Urretxu y Zumarraga por Kultur Aterkia ha propiciado su reencuentro y abierto la puerta a mil recuerdosJorge Andueza y Juan Carlos Lázaro Insumisos de Urretxu y Zumarraga

Cristina Limia

urretxu.

Lunes, 24 de febrero 2025, 20:27

El colectivo Kultur Aterkia rescata la historia y espíritu de la insumisión en Urretxu y Zumarraga con una exposición que habrá oportunidad de visitar hasta el próximo viernes en el Portalón, todas las tardes de 17.00 a 19.30 horas. Su inauguración, celebrada el pasado 21 de febrero, dio lugar al encuentro entre muchos de aquellos jóvenes antimilitaristas y objetores de conciencia que, hace tres décadas, defendieron el derecho a no realizar el servicio militar obligatorio. El urretxuarra Jorge Andueza 'Pitu' y el zumarragarra Juan Carlos Lázaro fueron dos de ellos. Jorge fue de los primeros insumisos y llegó a estar en busca y captura. Para Juan Carlos, asistir a una charla del movimiento de objeción de conciencia Kem-Moc supuso su despertar como insumiso.

– Con la perspectiva que ofrece el paso del tiempo, ¿cómo describirían hoy en día la insumisión?

– Jorge: Más que un movimiento antimilitarista, que también, pienso que se trata de una actitud ante la vida, de luchar por aquello que uno considera justo en cada momento. Nosotros teníamos las ideas muy claras y no estábamos dispuestos a dar ni un paso atrás. La lucha de los insumisos se ha dado de muchas maneras y en otros muchos ámbitos de la sociedad. Significa no resignarse a aceptar y normalizar circunstancias y actuaciones que no son aceptables. Creo que gracias a ello se logra cambiar las cosas. Actualmente, veo ciertas similitudes de aquel espíritu que teníamos con el feminismo, hay muchas cosas que me lo recuerdan.

–Juan Carlos: Luchábamos contra lo que muchos consideraban una injusticia y sentíamos el apoyo de la sociedad.

– Aquel día que recibieron en casa la convocatoria para realizar el servicio militar...

– Jorge: En aquel momento estaba estudiando un ciclo de Relaciones Públicas en Donostia. No había muchos más planes en mi cabeza, más que seguir adelante como cualquier otro joven. Cuando me llegaron los papeles de la mili me declaré insumiso y firmé mi renuncia a realizarla. Ese papel era enviado al juzgado y en primera instancia, te llamaban para personarte ante el juez. Yo rechacé hacerlo y estuve por un tiempo en busca y captura. Un viernes, los ertzainas tocaron el timbre de casa buscándome, mi madre abrió la puerta y les dijo que no estaba. Volvieron el lunes y entonces sí me presenté ante ellos, me llevaron al juzgado de Bergara detenido. Allí me acogí al derecho a no declarar, durante las preguntas que me realizó el juez hubo un momento en el que me mostró aquel papel con mi firma renunciando al servicio militar. Por aquel entonces, yo ya formaba parte del grupo antimilitarista de Urretxu y Zumarraga UZTA, en el que nos juntábamos personas de muchas ideologías todos los sábados. Se organizaban manifestaciones, charlas, actividades de apoyo a compañeros insumisos que iban a ser juzgados... Como medida de presión, pedíamos los 2 años, 4 meses y 1 día de prisión ante el juez. Así lo solicité yo también. Finalmente, me impusieron 10 años de inhabilitación, lo que significaba no poder trabajar en organismos públicos. Con el paso del tiempo aquello no prosperó. De vez en cuando, me mandaban cartas a casa indicándome que me rebajaban la pena y que tenía que acudir a firmar al Ayuntamiento, hasta que un día dije que ya no iría más. Yo pude continuar con mi vida normal, pero algunos de mis amigos sí terminaron en la cárcel por insumisos.

– Juan Carlos: En mi caso, recuerdo que al principio no éramos muy conscientes de lo que implicaba realizar el servicio militar de manera obligatoria. A los 18 años, era habitual acudir al Ayuntamiento por motu propio a alistarse, íbamos en ambiente festivo... Todo cambió cuando acudí a una charla ofrecida en Urretxu por el movimiento de objeción de conciencia llamado Kem-Moc. Ahí es cuando fui consciente de lo que implicaba y me hice insumiso. Rellené los papeles renunciando a la mili. En aquella época, el Gobierno creó un comité de objeción de conciencia, al que mandé la pertinente carta, en ella declaraba que era objetor, que no haría el servicio militar y que mi decisión era inamovible. Pero no me aceptaron como objetor y me emplazaron a realizar la mili. Sin embargo, cuando llegó el momento no me llamaron para hacerla. Al cabo de un año, me mandaron a casa la cartilla militar, donde figuraba que ya tenía hecho es servicio militar... Poco después entré a formar parte de UZTA.

– ¿Qué les parece la exposición de Kultur Aterkia que estos días recupera en el Portalón lo vivido durante aquellos años?

– Jorge y Juan Carlos: Es algo bonito y emotivo para quienes formamos parte del movimiento. También nos parece un ejercicio de memoria necesario para que las nuevas generaciones conozcan lo que pasó.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco «La insumisión era una actitud ante lo injusto, que hoy nos recuerdan movimientos como el feminismo»