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La tarima, los bancos y la cancela de la entrada por la universidad han recibido tratamiento curativo. MARIAN
Oñati

La parroquia reabre mañana tras una concienzuda operación para poner freno a los xilófagos

Como medida de prevención y control se va a instalar una centralita con sensores de temperatura y humedad

MARIAN GONZALEZ LIZARRALDE

OÑATI.

Viernes, 18 de noviembre 2022, 00:06

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Los xilófagos, esos insectos que se alimentan de la madera, son un mal endémico de muchos edificios monumentales y le tienen cogido el gusto a la Parroquia de San Miguel Arcángel, que tras un mes cerrada para ponerles freno, volverá a abrir sus puertas mañana. Las misas y funerales regresarán al templo tras un mes de interinidad en la iglesia de los Agustinos que, al no tener tanto aforo, se ha quedado pequeña en algunos funerales.

La peculiar 'ITV' a la que se han sometido la tarima del suelo, los bancos, la cancela del portón de entrada al templo desde la Avenida de la Universidad, los confesionarios, varias piezas de carpintería y la sillería del coro, tiene «una garantía de diez años». Pero, como el control y la prevención en estas plagas es fundamental, en próximas fechas se va a instalar una centralita con sensores de temperatura y humedad que alertarán si se sobrepasan los valores introducidos para mantener a raya a los insectos comedores de madera.

«Como en la parroquia no hay wifi, en vez de un control telemático se harán visitas presenciales para recoger y analizar los datos» explicaba ayer el párroco Horacio Argarate. «Hacer un seguimiento es esencial para no llegar a situaciones extremas» recalca

ba, satisfecho de que «la intervención se haya desarrollado según lo previsto, sin contratiempos», y el templo recupere mañana la normalidad tras un tratamiento curativo al que seguirá otro preventivo.

«Hace 20 años se hizo una intervención similar y el objetivo es no llegar otra vez a este punto, porque se dan las condiciones perfectas para que los xilófagos aniden por la humedad que origina estar sobre el río, el suelo de madera y la oscuridad».

La operación antixilófagos, ha corrido a cargo de Argi Humichem, que tiene una amplia trayectoria en tratamiento de madera en edificios monumentales no solo en Euskadi, también en lugares tan emblemáticos como la Mezquita de Córdoba o la Alhambra de Granada, y será quien efectúe también las inspecciones y presente un informe anual.

Tratamiento químico

El proceso de aniquilación de estos minúsculos insectos que se comen la madera y el tratamiento químico a los elementos infectados, exigía cerrar el templo y realizada la operación, mañana volverá a abrirse.

La plaga fue detectada en una inspección realizada por la Diputación Foral a iglesias monumentales protegidas. Vinieron a ver el retablo mayor y al constatar que estaba afectado y que eran visibles problemas también en otros elementos, pidieron un estudio más detallado que se afrontará en clave curativa y preventiva en distintas fases.

La inspección detectó que la mayoría de los ataques correspondían a xilófagos Calimmaderus y Xestobium, sobre todo en la tarima del solado. Estos últimos son mucho más destructivos, así que se priorizó su liquidación «porque con el tiempo ocasionan graves desperfectos si no se actúa. Además la tarima tiene un alto contenido de humedad que favorece la actividad biológica» recogía el informe de TSA conservación del patrimonio. El tratamiento con gel insecticida fungicida efectuado es una receta curativa que se reforzará con controles periódicos para mantener a raya a los insaciables xilófagos.

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