Bergara

La red de seguridad contra corrimientos en la ladera de Bolu aumentará 200 metros

El objetivo municipal, que ya ha incluido una partida de 536.000 euros para el proyecto en el presupuesto que se aprobará el 10 de febrero, es prolongar las medidas de protección unos 200 metros más en sentido a Perulde, en la parte superior del bidegorri que transcurre por la antigua línea ferroviaria.

La red dinámica sería técnicamente similar a la instalada en la zona alta del bidegorri tras los desprendimientos de enero de 2017 y diciembre de 2021 que obligaron a desalojar varias viviendas. El primer incidente ocasionó importantes daños materiales y la salida durante semanas de los vecinos de sus pisos.

La ampliación se aconseja en base a los datos del seguimiento que mantiene el equipo geoténico de Ingek. Han detectado algunos síntomas de inestabilidad y apuestan por esta medida preventiva cuyo objetivo es retener los materiales de hipotéticos deslizamientos.

La nueva inversión no incluye una prolongación de la valla rígida situada al otro lado en el tramo que fue más afectado por los movimientos de tierras. Argumentan, según apuntaron los vecinos, que en el recorrido hacia Perulde, además del propio bidegorri como línea de corte y retención, las traseras de las edificaciones en la parte inferior están más alejadas del monte con una zona verde en vaguada que también serviría de depósito a un corrimiento que superase la traza del ferrocarril.

La fase de estabilización de la ladera se desarrollará sobre proyecto Sestra. Supone desestimar la propuesta inicial de actuar sobre la cabecera del movimiento de 2017 con una canalización de aguas superficiales. Como apuntaron desde la comisión vecinal, los técnicos han apuntado que sería un gasto sin garantías de eficacia porque consideran que en la inestabilidad de la ladera es más importante la acción de las aguas subterráneas.

La zona equipada con medidas protectoras tendrá tras el nuevo proyecto una longitud de 273 metros de red al pie de la ladera. Tras las iniciales medidas de seguridad con pantallas de cemento en la avenida de 2017, se colocaron 23 metros de red allá por 2019. El segundo corrimiento de 2021 obligó a alargar la red 30 metros hacia la izquierda y 20 metros a la derecha, y a levantar la valla rígida en la otra mano del bidegorri.

Desde 2017 la estabilidad de la ladera está controlada y ha sido objeto de drenajes y limpiezas. Junto a los gastos iniciales, en 2022 se acometió una importante inversión para dejar el recorrido en la situación que presenta en la actualidad. Este año la nueva fase asegurará casi otros 200 metros.