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Mariam Ibarlucea nació en Arrasate pero llevaba más de 20 años viviendo en Gran Canaria. Tenía 65 años y se acababa de jubilar después de dedicarse a la venta de lotería.

Un final trágico para una vida difícil

El asesino de la arrasatearra Mariam Ibarlucea, que ha ingresado en prisión, la mató y quemó el cadáver durante horas antes de enterrarlo

F. J. FAJARDO

gáldar.

Domingo, 3 de enero 2021

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La vida de la arrasatearra Mariam Ibarlucea Echave no fue fácil y, por desgracia, acabó de forma trágica, siendo asesinada a manos de su pareja, Manuel Campillo, un sevillano de 43 años que ha ingresado en prisión incondicional e incomunicada por un presunto delito de asesinato. Aunque el caso sigue bajo secreto de sumario, los investigadores lo dan por resuelto: El pasado día 26 de diciembre Manuel mató a Mariam, quemó el cadáver durante horas y luego lo enterró. Los restos del cuerpo de la mujer desaparecida en el municipio de Gáldar, en Gran Canaria, fueron hallados tras los datos dados por su pareja, que admitió su culpa, según confirmó el Tribunal Superior de Justicia de Canarias.

La Guardia Civil buscaba desde el pasado martes a Mariam, natural de Arrasate, tras la alerta dada por un amigo de la víctima, Johnson Ruiz, que avisó a los servicios de emergencia de que desde hacía varios días no podía contactar con la mujer. La última vez que habló con ella fue en Nochebuena, cuando la víctima le escribió para excusarse de que no iban a poder verse para tomar algo por culpa del autor confeso del crimen. A las 16.00 horas le escribió que no iba a ir a cenar con este mensaje: «Este está echando cosas en cara, ya nos vemos», en referencia a su pareja. El vecino le respondió «Feliz Navidad», a lo que Mariam contestó «para algunos...».

A los días sin saber nada de ella el vecino se acercó a la chabola en la que vivían y vio que no había nadie, por lo que se puso en contacto con Manuel, al que advirtió de que iba a llamar a la policía si Mariam no aparecía. Este le llamó y le dijo que no hacía falta que avisara a nadie, que la había matado y que pensaba entregarse. En ese momento se activó una orden de busca y captura, hasta que el miércoles se entregó en comisaría. En su primera declaración ante la Guardia Civil afirmó que ambos habían discutido, le dio un golpe, Mariam cayó sobre una mesa y murió. Entonces, decidió esconder el cuerpo en una gran zanja que cavó frente a la chabola en la que vivían. Varios vecinos apuntaron que el sábado vieron un pequeño incendio en el lugar. La Policía Judicial encontró el martes los restos humanos en el lugar señalado por el autor.

En Nochebuena Mariam se excusó con su vecino por no ir a cenar porque estaba discutiendo con su pareja

ÚLTIMO MENSAJE

La víctima fue timada por su exmarido e intentó quitarse la vida tras caer en una depresión

PROBLEMAS

A prisión

El jueves el asesino confeso fue llevado por agentes de la Guardia Civil al lugar de los hechos para la reconstrucción del crimen. Allí reconoció que había quemado durante horas el cadáver y luego lo enterró. De hecho, el día que hizo la hoguera las llamas alertaron a la Policía Local, que pensó que se trataba de una quema de rastrojos o de basura. El Tribunal Superior de Justicia de Canarias detalló que el juez que instruye el caso ordenó el ingreso en prisión incondicional e incomunicada por un presunto delito de asesinato.

La vida de Mariam no fue fácil. Llevaba más de 20 años en Gran Canaria, donde la conocían como 'la vasca'. Dejó Arrasate hace 40 años, donde sigue teniendo varios familiares. En Canarias era muy conocida porque vendía cupones de lotería y de la OID (Organización Impulsora de Discapacitados) antes de que en 2020 se jubilara al cumplir 65 años.

Según algunos vecinos de Gáldar, al llegar a la isla se casó, pero al cabo de unos años, su marido se apropió de todas sus propiedades haciéndola firmar por engaño un poder notarial. La fallecida lo denunció y la autoridad judicial impuso al marido una pena de cuatro años de cárcel y 17.000 euros de indemnización, además de que debía devolverle sus propiedades. Él recurrió la sentencia y aún no se ha resuelto.

Tras esta peripecia del divorcio y denuncia a su exmarido, Ibarlucea se mudó a Agaete y, finalmente, a Gáldar. Hace dos años cayó en una profunda depresión e intentó quitarse la vida. Gracias a un amigo personal y a agentes de la Policía Local de Agaete, fue localizada en estado grave en su domicilio. Cuando le dieron el alta médica, según estas fuentes, regresó a Gáldar, donde rehizo su vida y empezó a vender lotería. Los primeros días pernoctó en casa de su vecino, ya que en la chabola no contaba con agua ni luz hasta que, hace unos tres meses aproximadamente, apareció en escena Manuel, con quien comenzó una relación sentimental. El pasado día 26, la asesinó.

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