«He entrenado a media plantilla y ahora me llaman el veterano»

Hace tiempo que queríamos hablar con él. Mikel Llorente juega en el Hondarribia de División de Honor Regional. Es un hombre de la casa y forma desde la edad de cadete a los futuros futbolistas. Ahora no pasa por su mejor momento, al igual que su hermano, porque se acaba de lesionar. Y queríamos animarle.

- No le llamo en el mejor momento. Se acaba de lesionar.

- Fue una pena, porque me sentía cómodo en el campo y estaba jugando bien. Corría el minuto diez del partido ante el Zarautz. Tras un saque de banda, controlé el balón y noté enseguida el chasquido. Resultado: rotura de fibras. Ya tengo para un mes, como mínimo. A ver si estoy en plenas condiciones para Navidades.

- ¿Con qué idea van a competir esta temporada?

- No queremos cebarnos. El objetivo es ir semana a semana. No tenemos una plantilla hecha exclusivamente con la idea de ascender. Creo que el equipo ya está asentado en esta categoría y el siguiente paso es mirar poco a poco hacia arriba. Si en marzo o abril estamos cerca de los puestos cabeceros, iremos a por todas.

- Fue una pena cómo se desinfló el equipo en la última Liga.

- Sí, pero fue injusto. Hicimos una campaña muy buena hasta la primavera, pero de repente tuvimos una racha de derrotas. Sufrimos una serie de lesiones, el equipo lo acusó, y toda la ilusión que habíamos generado en Hondarribia se fue a pique. Hubo gente que se decepcionó, pero no era para tanto. No se nos podía pedir el ascenso.

- Lo tienen difícil en Hondarribia con el remo.

- ¡Y yo soy el primer aficionado! (se ríe). Aquí se vive el remo con mucha intensidad, pero también es verdad que tenemos una afición fiel. El segundo domingo de regatas, cuando empezó la liga, la gente volvió de Donostia para vernos.

- ¿Se mantiene el buen ambiente en ese vestuario?

- Sin duda. Es una de nuestras grandes virtudes. El ambiente es muy bueno, nos conocemos desde hace tiempo y eso hace que te sientas como en casa. Casi todos somos de la casa y eso te une más.

- Usted entrena también a los cadetes. ¿Cómo le va?

- Muy bien, ya es mi octava temporada con los chavales y es una gozada. Fue una bonita idea quitar el equipo de regional y apostar por gente de la casa. Fíjate, un dato: yo he entrenado a más de media plantilla del primer equipo.

- ¿Y guardan un buen recuerdo?

- Me llaman el veterano. Es un placer coincidir con ellos y ver que juegan en el equipo del pueblo. Es una recompensa a tantos años de trabajo.

- A usted le gusta entrenar. ¿Se ve haciéndolo cuando sea mayor?

- Es muy difícil. Yo entreno desde 8º de EGB y tengo 26 años. De momento tengo el segundo nivel de entrenador, pero el siguiente ya te exige un esfuerzo más grande.

- Jugó en el Sanse hace años.

- Bueno, apenas durante tres meses. Debuté ante el Zaragoza B. Estuve media temporada, hasta diciembre, y después me vine para casa. Era la época de Gonzalo Arconada, cuando el equipo descendió. Tengo un buen recuerdo, aunque apenas pudiera jugar. Después tuve un breve paso por la UPV y volví a casa para quedarme.

- ¿Cómo le va a su hermano?

- Estamos todos un poco sorprendidos del mal arranque del equipo visto el potencial que tiene. Sólo ha cambiado de entrenador, todo lo demás sigue igual. A ver si aprovechan el tramo más benigno del calendario que tienen ahora. Tanto a él como a mí nos fastidia una cosa. Parece que siempre tiene que empezar de cero. Resulta que fue el máximo goleador del equipo tanto en Liga como en Champions y empieza la temporada en el banquillo. No se entiende muy bien.

- ¿Ya se le veían maneras de pequeño o era usted mejor que él?

- Siempre ha tenido una habilidad innata para los deportes. Hacía atletismo, pelota, tenis, fútbol. y en todos se defendía. En fútbol siempre ha metido goles.