El gabinete Urkullu alerta ante un nuevo «bloqueo» para formar Gobierno y urge a dialogar

Al Gobierno Vasco no le han gustado los primeros movimientos de los partidos tras el resultado electoral. El gabinete de Iñigo Urkullu teme que se repita de nuevo «el bloqueo» de hace seis meses, y en su primera valoración pública de los resultados del domingo, urgió a las formaciones a dejar de lado «los vetos y las líneas rojas» y dialogar para conformar un Ejecutivo «estable». Desde su papel institucional como portavoz, Josu Erkoreka no aludió a ningún partido concreto, pero sí apuntó sin nombrarlos a los cuatro con mayor representación en el Congreso. Como hace el PNV.

El consejero vasco, como hizo también en Gipuzkoa el portavoz foral Imanol Lasa, apeló a la «responsabilidad» de las formaciones políticas para llegar al «necesario» consenso encomendado por la ciudadanía en las urnas. Pero reconoció que las primeras palabras que ha escuchado son «poco alentadoras». Erkoreka constató la ausencia de «mayorías absolutas» y aseveró que la única opción de que la legislatura eche a andar es «el diálogo» y el cambio de actitud en los partidos, que es a los «primeros» que les corresponde mover ficha. Erkoreka, como hace la formación a la que pertenece, deposita la responsabilidad principal del desbloqueo en el PP, el PSOE, Podemos y Ciudadanos. Y a ellos lanzó el mensaje de alerta ante los «retos económicos, sociales o de estabilidad europea (Brexit)» que el Estado debe encarar sin demora, aconsejó.

Erkoreka evitó inclinarse por el color, o los colores, de un Gobierno u otro. Lo dejó en manos de los partidos. Pero sí constató que el voto en Euskadi, donde Unidos Podemos fue la primera fuerza en los tres territorios, fue «orientado a rechazar la experiencia del Gobierno de Rajoy», en alusión a los múltiples encontronazos que estos años han vivido ambos ejecutivos a cuenta de la «recentralización» y los conflictos competenciales.

Por esa razón precisamente es por la que el PNV ve «muy, muy, muy difícil -hasta tres veces lo remarcó Itxaso Atutxa-» que el voto de sus cinco diputados en el Congreso vaya expresamente a favor de la investidura de Rajoy. Los jeltzales intentan zafarse del protagonismo que le confieren otros partidos en la configuración de una mayoría para investir al presidente del Gobierno, junto al PP, Ciudadanos y los partidos canarios. Y aunque los de Andoni Ortuzar se muestran abiertos a dialogar, y de hecho son los primeros que exigen a las formaciones más grandes que lo hagan sin demora, «hoy por hoy» no entra en sus planes servir de aliados de Rajoy.

Hasta tres dirigentes salieron ayer al paso de quienes sitúan la responsabilidad sobre sus hombros, para recordar que el PNV tiene «muchas razones» para no respaldar a Rajoy. Atutxa, el burukide Koldo Mediavilla y el candidato electo por Bizkaia Aitor Esteban aludieron a la «pésima relación» de su partido «con el PP vasco», a la más que «mejorable relación con el propio Rajoy», al «ninguneo» al que, en su opinión, el presidente del Gobierno ha sometido en su mandato «las propuestas» de Urkullu, o a la «nefasta experiencia» vivida en materia de autogobierno.

Cambio radical

«Son motivos más que suficientes», consideraron los nacionalistas, para recelar de otro Gobierno liderado por los populares, pese a que en esta ocasión no cuenten con la mayoría absoluta que, según el PNV, siempre acrecienta actitudes menos dialogantes. Los de Ortuzar ven «improbable» que el PP dé el «giro de 180 grados» que le exigen para llegar a algún acuerdo, aunque volvieron a mostrarse dispuestos a acudir a una cita con ellos, como con el resto, si «llaman» a su puerta.

La voluntad de acuerdo que pregonan los jeltzales solo pasa, de momento, por facilitar un Gobierno, del PP o de otros, mediante una abstención.