El PNV propone a Urkullu como candidato a lehendakari

El PNV ha aprovechado esta mañana la celebración del Aberri Eguna para lanzar la precampaña vasca. Andoni Ortuzar ha abierto la espita, en la plaza Nueva de Bilbao, con el anuncio oficial de que Iñigo Urkullu será su candidato a lehendakari. Junto a él, ha reivindicado la nación vasca y se ha abierto a buscar con la izquierda abertzale acuerdos en materia soberanista. Pero un acuerdo, ha remarcado, para una «Euskadi de progreso y justicia social, no la Euskadi revolucionaria».

Ortuzar se ha remitido a la ponencia parlamentaria que debate la actualización del autogobierno, y ha abogado por «huir del conflicto, una mala última opción», y por poner «más énfasis» para acordar primero en Euskadi ese nuevo estatus «antes de pensar en conflictos con el Estado». Ha contestado así a la oferta lanzada por EH Bildu para ir de la mano en el «arreón» soberanista que el PNV se propone dar la próxima legislatura. Esa, en la que los vascos deberán elegir, ha planteado, entre los partidos de «la España del caos», una izquierda abertzale «perdida en su laberinto» o su partido, que «quiere poner a Euskadi en el mundo».

Antes, el presidente jeltzale espera que se despejen «los nubarrones» del escenario en el Estado para evitar nuevas elecciones en junio. Ortuzar ha reiterado que no les «da miedo acordar con Madrid», pero ha recordado que «negociar bien no es invitar a adherirse a acuerdos firmados con otros» (Ciudadanos), ni poner «condiciones imposibles». «Solo pedimos respeto, y reconocimiento mutuo», ha dicho antes de instar a aprovechar el mes que queda de negociación.

«Nacionalismo inclusivo»

El lehendakari, por su parte, ha definido el nacionalismo de su partido como «cooperativo, colaborativo e inclusivo». Un nacionalismo, ha dicho, desde el que el PNV está decidido a alcanzar un nuevo estatus político «sin líneas rojas» y sustentado en la negociación y el pacto con el Estado. Urkullu ha vuelto a acuñar la «nación foral» de la que ya había hablado en anteriores ocasiones, para ilustrar la Euskadi «multifocalizada» que promueve para los próximos cuatro años. Una Euskadi, ha dicho, que participe «en pie de igualdad» en una Europa con retos en materia de seguridad, libertad, integración social o sostenibilidad. Una Europa, ha defendido, que tome también como ejemplo un «modelo vasco que funciona» en materia de estímulo económico.

El lehendakari ha rechazado las recetas de «austeridad a ultranza» y ha defendido su gestión en el Gobierno Vasco «para avanzar sin dejar a nadie atrás». También su gestión en la crisis del acero. Sin aludir directamente a Arcelor y al cierre de la planta de Zumarraga, ha argumentado que «nuestra posición es ayudar, no suplantar ni asumir responsabilidades ajenas», en referencia a la empresa.

Urkullu ha situado al PNV como seguro del futuro económico y social de Euskadi. Y ha arremetido contra «los predicadores», nuevos y viejos, que prometen «arcadias felices», «nuevas formas de hacer política», o «catastrofistas que no saben hacer otra cosa que criticar y exigir». «Una cosa es prometer y otra es cumplir», ha remarcado.