Tradición familiar
Restaurante Sebastián. Una carta especializada en pescado y marisco que combina calidad y precio
:: PEIO GARCÍA AMIANO
Sábado, 7 de agosto 2010, 04:41
El Sebastián es uno de los templos de la gastronomía marinera de la capital guipuzcoana. Sebastián Iraregi y Aurora Murgiondo, que antes habían trabajado en el afamado Restaurante Pantxika, también de la familia, llegaron al Sebastián hace ya muchos años. Sus especialidades en aquel momento eran las sardinas, las gambas y el bonito a la parrilla, entre otras muchas cosas. Su constancia y buen hacer a lo largo de los años han hecho que, progresivamente, hayan ido creciendo.
Luis lraregi, hijo del matrimonio lraregi Murgiondo, correteaba entre fogones desde muy pequeño. Empezó a trabajar en la cocina del Sebastián hace cuarenta años, cuando tan sólo contaba catorce. Aprendió el oficio junto a sus padres y en la actualidad es, junto con su esposa Gema Simón, alma mater de esta casa. No obstante, la siguiente generación está ya en marcha, pues sus hijos Jon y Nerea, acompañados de sus respectivas parejas, Soraya e Iker, trabajan codo con codo junto a sus padres, con el fin de seguir la tradición familiar.
En los fogones también les acompaña desde hace 20 años Lourdes, una profesional que se ha formado en esta casa y de la mano de esta familia. Entre todos ellos forman el gran equipo del Sebastián, que es, sin duda, una gran familia.
Algunos de los grandes platos de esta casa son la parrillada de marisco, la merluza rebozada, elaborada al especial estilo de la casa, el rape asado con almejas y kokotxas, servida en lomitos y napada con su salsa o el mero. También destacan, dentro del apartado de pescados, el besugo a la parrilla, el rodaballo salvaje, ahora en temporada, el bonito, o los chipirones de anzuelo, todo un privilegio para el paladar que llega directamente de los arrantzales del puerto.
A modo de postre el Restaurante Sebastián nos propone, entre otros, un delicioso arroz con leche, natillas, cuajada elaborada con cuajo natural o tarta de almendras, entre otros. Cualquiera de ellos está sabrosísimo; es sólo cuestión de gustos.
Estamos ante una casa que percibe y vive las inquietudes de la gente. Por ello, trabajan una carta que combina a la perfección la calidad y el precio, mirando siempre los intereses de la gente de aquí.
Todo aquel que desee disfrutar de una buena parrillada, ha dado con el sitio ideal. Estamos ante un gran restaurante en el que, además, se puede disfrutar del encanto del puerto, una de las zonas con más atractivo de San Sebastián.