Una campaña en manos de los consumidores

Ordizia celebró ayer un corte del nuevo queso Idiazabal de manera diferente. Cambió la fecha de su celebración por el Covid-19, ya que estaba previsto que se llevara a cabo el 15 de abril. Incluso, se eligió otro escenario, condicionado por las medidas de seguridad de esta fase 2, que hicieron que el tradicional acto se realizará en Oiangu, «el paraíso natural secreto de los ordiziarras», según su alcalde, Adur Ezenarro. Las mascarillas ganaron espacio ante makilas, boinas y pantalones de mahón que brillaron por su ausencia en la cita anual de primavera, en la que pastores y productores de queso dan a conocer el fruto de su trabajo.

A pesar de todos los cambios y las medidas de seguridad, los protagonistas de esta edición, recibieron su reconocimiento y disfrutaron del honor de cortar el nuevo queso Idiazabal. Los pastores Eli Gorrotxategi y Jose Mari Jauregi junto a Joseba Otegi recibieron el reconocimiento a su trabajo, dedicación y regularidad y el cocinero Unai Campo, cortó un reluciente queso.

Los pastores goierritarras fueron galardonados por su trayectoria. «Este reconocimiento es un soplo de aire fresco para nosotros en estos momentos», reconocía Eli Gorrotxategi. La beasaindarra y su marido recibieron el premio al pastor como elaboradores de queso bajo el nombre de La Leze. Un nuevo galardón que premia el duro trabajo, el sacrificio y el esfuerzo de los goierritarras. «Comenzamos hace 24 años elaborando queso Idiazabal, con la incertidumbre y muchas dudas de si iba a funcionar, pero sobre todo lo que teníamos era mucha ilusión y apostamos todo por este proyecto. Siempre hemos apostado todo y seguiremos haciéndolo», reconocía el matrimonio cuya quesería se encuentra en Ilarduia.

Joseba Otegi también fue premiado en Oiangu. El asteasuarra trabaja desde 2007 en la quesería Goine Berria, junto a su mujer María Jesús Hidalgo. Además de contar con su propio rebaño de ovejas latxas, también recogen leche de otros rebaños de la denominación de origen. Este premio reconoce su gran inquietud, ya que se trata de una quesería que se encuentra en continua búsqueda de innovación y apertura de nuevas líneas de mercado. Otegi aseguró que «este reconocimiento es muy importante para nosotros porque aunque no tiene el renombre de un premio como el otorgado en Ordizia, saber que un queso tuyo elegido al azar entre todos los elaborados en tu quesería, es valorado por su calidad y confirma la regularidad de tu trabajo, es un gran premio».

El trabajo y la confianza en los consumidores son la clave para una buena temporada con unos resultados inciertos. Miriam Molina, gerente de la denominación de origen Idiazabal, recordó que «en 2019, se vendió toda la producción de queso Idiazabal, unos 1,5 kilos y esperábamos los mismo resultados en 2020, pero en estos momentos no podemos hablar de previsiones o datos ante la incertidumbre de qué ocurrirá».

Tras el reconocimiento a los pastores se llevó a cabo el corte del nuevo queso Idiazabal. El cocinero Unai Campo del restaurante Porrue de Bilbao tuvo el honor de realizarlo ante la atenta mirada de las autoridades entre las que se encontraba Bittor Oroz y Xabier Arruti, así como el alcalde de Ordizia, Adur Ezenarro. Campo reconoció que fue «muy emocionante y me he puesto hasta nervioso. Una experiencia muy emotiva». El bilbaíno compró en 2011 la mitad del queso ganador del gran premio de Ordizia, en esa edición elaborado por Ricardo Merino