Ormaiztegi

Adiós a más de 45 años de tradición balonmanística en Ormaiztegi

Aunque parece que ciertos proyectos no tienen 'fecha de caducidad', los cambios y las nuevas oportunidades están a la orden del día. El tradicional equipo de balonmano de Ormaiztegi es un ejemplo de ello. Un club ligado a un pueblo, a una tradición y a una cultura que se ha ido trasladando de generación en generación, creando y puliendo a jóvenes jugadores hasta convertirlos en grandes deportistas y personas, que está a punto de decir adiós. «Lo hemos intentado hasta el final, pero tenemos que entender que muchos de los integrantes del primer equipo no pueden volver a comprometerse por otra temporada, teniendo en cuenta sus situaciones laborales, personales o físicas, y muy a nuestro pesar, ha llegado el momento de decir adiós» explica Iñaki Apaolaza 'Ambrosio' en una entrevista concedida a DV, en la que el histórico preparador ormaiztegiarra se despide de la que es gran parte de su vida.

El club de balonmano local se fundó en la temporada 1975-76, bajo el nombre de la sociedad gastronómica local Basotxulo, quien dio nombre al equipo, hasta que la otra sociedad del pueblo, Barduliarrak, acometió esa tarea por varios años. En la temporada 1999-2000, se fundó el Ormaiztegi Kirol Elkartea, bajo el auspicio del Ayuntamiento, que con la intención de aglomerar los clubes deportivos locales, creo el O.K.E.

La década de los 2000 fue la época dorada del balonmano en Ormaiztegi. Los de Ambrosio consiguieron ascender a Segunda Nacional, donde se mantuvieron por 9 temporadas consecutivas, consiguiendo un meritorio quinto puesto en la temporada de su debut. Posteriormente, consiguieron disputar cuatro temporadas más en la misma categoría, encadenando ascensos y descensos, pero manteniendo un balonmano vistoso, dinámico y algo brusco en ocasiones... Porque para qué engañarse, si algo identificaba al Ormaiztegi era su garra y su dureza defensiva, bien conocida en los campos de Gipuzkoa y Euskal Herria donde los verdiblancos lucharon temporada tras temporada por sus objetivos. Todo ello, alentado por su incondicional público, que los empujó año tras año en casa y lejos de ella, creando un vínculo entre afición y jugadores de los que ya no quedan.

«Tristemente, no ha sido posible continuar trabajando con la cantera, la mayoría de jóvenes del pueblo quieren jugar al fútbol, y los que no pueden hacerlo, deciden no practicar deporte a nivel federado. Es una pena, porque se trata de mucho más que un club deportivo para el pueblo, es nuestra seña de identidad y parece que no se mantendrá», confiesa Ambrosio. Pero deja también una puerta abierta a futuros proyectos. «En el pueblo se comenta que hay padres dispuestos a comenzar a trabajar con jugadores jóvenes, y me alegra de verdad. Creo que es una forma interesante de comenzar a darle forma al proyecto», subraya.

No es la primera vez que los ormaiztegiarras se despiden del balonmano, ya que el año 2010, tras el cese del equipo sénior, Apaolaza comenzó a trabajar con jóvenes locales del año 1997, con el objetivo de crecer e ir quemando etapas hasta poder disfrutar de nuevo del balonmano en Zubipe. De ese equipo, dos jugadores se mantienen en la actual plantilla sénior, Oier Alustiza e Imanol Apaolaza. Esta pasada temporada han disputado la liga en Primera Territorial, y pertenecen al joven y experimentado equipo liderado por Mazorriaga, Murgiondo y Alberdi que quedó campeón de segunda territorial en Lezo, logrando el ascenso a la categoría actual.

Los ormaiztegiarras se despedirán este viernes del Zubipe que tantas alegrías y penas ha vivido, en el encuentro copero que los medirá al Bergara a las 20.00 de la tarde (aunque finalizarán la competición en Legazpi la próxima semana).

El Ayuntamiento por su parte, prevé agradecer el esfuerzo y sacrificio de los locales tras la disputa del partido de este viernes, y han hecho un llamamiento a los vecinos a acudir a la cancha a despedir y alentar a la plantilla en su última cita de la temporada en casa.

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