WhatsApp: 4 cosas que no debes hacer si no quieres ser denunciado

WhatsApp es omnipresente, sí. Pero WhatsApp también tiene límites. Y, sea con conocimiento de causa o de forma totalmente involuntaria, es muy probable que los hayamos infringido alguna vez. Y es que, ¿quién no ha compartido por WhatsApp alguna foto o vídeo comprometedor? ¿Seguro que nunca has reenviado por tu aplicación de mensajería instantánea un pantallazo con una conversación privada ajena a ti? Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra…

No te equivoques. Pese a que habitualmente en WhatsApp nos dedicamos a escribir mensajes de audio, compartir memes y añadir cuidadosamente emojis de lo más originales, en ocasiones podemos caer en la tentación de pasar la línea y cometer actos de dudosa ética e ilegales. Dicho de otra forma, infracciones que pueden infringir leyes como las de Protección de Datos y de Propiedad Intelectual. Con las consecuencias legales que se puedan derivar de ellos.

Al respecto, Eduard Blasi, experto en protección de datos y profesor colaborador de los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la UOC, establece cuatro malos hábitos con WhatsApp que debemos evitar a toda costa y que nos pueden meter en un buen lío:

Difundir capturas de pantalla en las que se muestran conversaciones de otros puede suponer una infracción en materia de protección de datos. Y no sólo por los datos que se hacen públicos a través de esa captura (nombre, apellido, teléfono, etc. ) sino por aquellos que hacen posible identificar fácilmente a la persona que está detrás de la conversación. Los afectados pueden reclamar una indemnización por daños y perjuicios. En caso de que se comparta una conversación privada entre terceras personas, el delito que se podría cometer es el de descubrimiento y revelación de secretos.

Seguro que te has visto en esta situación alguna vez. Uno de tus contactos te envía un vídeo subido de tono entre dos desconocidos o fotos de lo más comprometidas para un tercero…. lógicamente, sin su conocimiento y/o permiso. ¿Qué haces? Compartirlo con tus contactos… Craso error: es una conducta del todo sancionable. Además, la persona afectada por la distribución del material audiovisual podría reclamar una indemnización por daños y perjuicios, amparándose en que ello ha lesionado su derecho al honor, intimidad o la propia imagen. En los casos más graves, se podría incurrir en un delito de descubrimiento y revelación de secretos.

Añadir a alguien a un grupo de WhatsApp profesional sin su autorización podría ser motivo de sanción, de ahí que antes de incluir al nuevo miembro debemos solicitarle un consentimiento previo. Como muestra, la reciente sanción que impuso la Agencia Española de Protección de datos, después de que un club deportivo agregara a una exsocia a su grupo de la popular aplicación de mensajería instantánea.

Al crear un grupo corporativo desde cero con todo tipo de contactos que no se conocen entre sí, hay datos como la foto, el nombre o el número de teléfono que forzosamente quedan expuestos. Y esto no es legal. Así lo corroboró la Autoridad Catalana de Protección de Datos, que sancionó a un ayuntamiento por crear un grupo de WhatsApp con sus ciudadanos. Y eso que contaba con su autorización expresa para incluirles en el grupo. Para asegurar esta confidencialidad WhatsApp ofrece una alternativa: las listas de distribución, ya que con ellas permite el envío de mensajes sin visualizar los datos de terceros. O, dicho de otro modo, resguardando su privacidad y confidencialidad. Algo que puede resultar equiparable a lo que sucede con aquellos emails que se envían a un grupo de forma masiva… sin copia oculta (CCO).

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