¡Antxoa! Sí, quiero
Antxoa y Getariako Txakolina se abrazan en un 'matrimonio' que reivindica el valor de lo local
Miércoles, 11 de mayo 2022, 13:08
No hay nada como catar un producto para valorarlo. Fue uno de los objetivos del maridaje de antxoa con Getariako Txakolina que tuvo lugar el sábado en la Casa del Jubilado y del Discapacitado de Getaria. De la mano del divulgador gastronómico Mikel Garaizabal y de la cocinera Pili Manterola (restaurante Iribar), la veintena de asistentes disfrutaron de dos productos conocidos, de cercanía, pero que apreciaron desde puntos de vista diferentes. Tampoco faltaron las aportaciones de los arrantzales de bajura que acudieron invitados por Kofradia - Itsas Etxea, que fueron explicando la importancia de defender la pesca de bajura o el proceso de la antxoa desde que se pesca, apoyándose en vídeos que fueron proyectados por televisión y en explicaciones prácticas sobre cómo se lleva a cabo la pesca de cerco.
Mikel Garaizabal arrancó incidiendo en la importancia de elegir una copa adecuada para beber el txakoli y poder apreciar correctamente las cualidades organolépticas, alejándose de la percepción colectiva de que la opción correcta es el vaso de sidra.
Akarregi Txiki fue el primer txakoli en servirse en la mesa. Garaizabal expuso que para «ver el color del txakoli hay que inclinar la copa. Después, es importante olerlo durante cinco segundos. Y, posteriormente, mover la copa para que los olores suban por la copa hacia la nariz. Y para apreciar el componente carbónico, hay que mover el txakoli en la boca durante otros cinco segundos». Un proceso complejo que nos permitirá conocer correctamente las cualidades de un txakoli. Por su parte, el pintxo elegido por Pili Manterola para acompañar esta bebida fue antxoa cruda con fresa y guindilla.
La siguiente 'parada' fue en Aizpurua. Aquí Garaizabal se centró en cómo se puede identificar un txakoli de Getaria. Son 36 bodegas las que componen una Denominación de Origen que produce un 10 % de txakoli rojo, que tiene una gran salida en Estados Unidos. También aprovechó este segundo 'matrimonio' para recordar que el txakoli hay que conservarlo a una temperatura de entre 8 y 10 grados. En esta ocasión, Pili Manterola presentó una anchoa cocida con wakame y emulsión de algas que sorprendió a los asistentes.
Como en Nueva York
El txakoli rosado de Ameztoi, que se abre a rosca, fue la tercera propuesta que trajo Mikel Garaizabal. Utilizó esta propuesta para explicar los distintos tipos de cierre: corcho, rosca, sintético, cristal… Este impactante txakoli, con un consumo importante en Estados Unidos y que tiene un mínimo de 50 % de uva tinta, vino acompañado de antxoa mariposa rellena de ziza hori y frita con huevo, una forma con la que Pili Manterola sedujo a los participantes de la cata.
Y para terminar este matrimonio perfecto, de esos que apuntan a convivir eternamente, el espumoso de Txomin Etxaniz. Junto a él, un boquerón con vinagreta de granada que puso punto final a una mañana en la que antxoa y Getariako Txakolina demostraron ser una pareja feliz y en la que las personas asistentes aprendieron sobre la pesca de bajura y sobre la pesca de la antxoa.