Cristian Albeiro Carmona Hernández: «La inteligencia artificial necesita del criterio humano para ser efectiva»
El experto advierte que la verdadera transformación digital requiere una sinergia entre tecnología, capacitación continua y ética en la toma de decisiones
Lunes, 16 de junio 2025, 12:03
En un contexto donde la inteligencia artificial (IA), el big data y la automatización están redefiniendo la actividad empresarial, la discusión sobre el papel central de las personas en la transformación digital vuelve a cobrar protagonismo. Cristian Albeiro Carmona Hernández, consultor especializado en IA aplicada y transformación digital con más de una década de experiencia en España y América Latina, subraya que el verdadero motor de esta revolución tecnológica no es exclusivamente la máquina, sino el talento humano capacitado para gestionarla.
Mientras muchas compañías incrementan sus inversiones en sistemas automatizados y algoritmos avanzados, Carmona lanza una advertencia clara: «Las empresas que crean que la IA puede reemplazar por completo la toma de decisiones humanas están cometiendo un error. La inteligencia artificial es una herramienta poderosa, pero requiere supervisión, interpretación y aplicación adecuada por parte de profesionales formados».
En su enfoque, la innovación real surge de la combinación equilibrada entre capacidad tecnológica y preparación humana, lo que él sintetiza en la fórmula «Tecnología + Talento». Según Carmona, este binomio es el que permitirá a las organizaciones evolucionar hacia modelos de transformación digital sostenibles y efectivos. «Invertir en tecnología es necesario, pero invertir en talento es imprescindible», recalca.
Esta visión implica implementar programas de formación continua, desarrollar entornos de experimentación controlada donde los empleados puedan familiarizarse con nuevas herramientas, y fomentar una cultura empresarial basada en el aprendizaje permanente y la colaboración interdepartamental. Metodologías como Scrum y design thinking, indica, son esenciales para derribar silos organizativos y facilitar el diálogo entre perfiles técnicos y estratégicos.
El planteamiento de Carmona se alinea con las estrategias impulsadas a nivel nacional en España. El plan Digital España 2025, por ejemplo, contempla la formación de 250.000 especialistas digitales y la capacitación de millones de estudiantes y trabajadores en competencias digitales. Este esfuerzo se produce en un contexto en el que el sector TIC representa ya más del 4% del PIB español, con una facturación anual superior a los 120.000 millones de euros, 35.000 empresas activas y más de 764.000 empleados, según cifras de Invest in Spain. Además, 2024 marcó un récord en inversión tecnológica en España, alcanzando los 2.920 millones de euros en 300 operaciones, consolidando al país como un actor emergente dentro del ecosistema tecnológico europeo.
Sin embargo, Carmona insiste en que el desarrollo tecnológico no puede desligarse de la ética y la transparencia. «El crecimiento exponencial de la IA y la automatización exige sistemas de control robustos. Las decisiones automatizadas deben ser transparentes, justas y libres de sesgos. No podemos delegar en algoritmos procesos críticos sin saber cómo operan ni bajo qué criterios», sostiene. En este sentido, propone la creación de comités éticos, el fortalecimiento de la ciberseguridad y la implementación de mecanismos de supervisión permanente sobre los modelos de IA en uso.

Sus propuestas no se quedan en el plano teórico. Carmona ha participado en proyectos concretos como el desarrollo conceptual del paddock inteligente, una iniciativa aplicada al sector del automovilismo donde la combinación de sensores IoT, IA y análisis de datos permite monitorizar en tiempo real variables clave de los vehículos y del entorno competitivo. Gracias a este modelo, los equipos optimizan sus estrategias durante las carreras, evidenciando cómo la integración adecuada de tecnología y talento humano puede generar ventajas competitivas inmediatas incluso en contextos de alta exigencia.
Para Carmona, la transformación digital no debe entenderse como un objetivo puntual, sino como un proceso continuo de adaptación y mejora. «La velocidad a la que avanzan las tecnologías exige una mentalidad flexible y una apuesta permanente por la formación. La transformación digital no es sustituir personas, sino empoderarlas, darles mejores herramientas y permitirles aportar más valor. Las empresas que entiendan esta dinámica serán las que lideren los mercados del futuro», concluye.
En un escenario donde la IA, la automatización y el procesamiento masivo de datos están configurando nuevos paradigmas industriales, el mensaje de Cristian Albeiro Carmona Hernández resulta contundente: el verdadero diferencial competitivo seguirá residiendo en el talento humano, ético, capacitado y en permanente evolución.
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