El 93% de los pacientes vascos que necesitan un trasplante de médula encuentra donante
El tiempo medio de espera para hallar un emisor genéticamente compatible es de 32 días | El Hospital de Donostia, el único en Euskadi en el que se realizan este tipo de intervenciones, ha realizado más de 300 trasplantes desde 2010
Este mes de enero, dos pacientes vascos que padecen una enfermedad oncológica serán trasplantados de médula en el Hospital Universitario Donostia (HUD), centro de ... referencia en este campo por ser el único de la red de salud en Euskadi que realiza este tipo de intervenciones. Las células sanas que les serán introducidas proceden de dos donantes de Portugal y Alemania, de personas que desinteresadamente podrían salvar la vida de dos desconocidos. Es el final de un proceso en el que interviene una red internacional perfectamente coordinada y en la que Euskadi participa activamente desde hace años.
Actualmente hay 30 millones de donantes de médula ósea en todo el mundo, muchos más que pacientes que necesiten un trasplante. El problema no es el número, sino la compatibilidad. Para que una persona pueda recibir las células de otra, ambas tienen que ser totalmente compatibles genéticamente, algo nada fácil teniendo en cuenta que existen millones de combinaciones genéticas distintas. Esa es la razón de que exista ese registro mundial, ya que si se acotase por países las posibilidades de encontrar donantes efectivos serían mínimas.
En el caso de Euskadi, 13.527 personas están registradas como donantes en Redmo, el registro español de donantes de médula ósea, que es el encargado de buscar compatibilidades para los pacientes de todo el Estado. De ese total, solo 49 han recibido la llamada por ser compatibles con un paciente y sus donaciones han salvado vidas en todo el mundo: 2 en Turquía, 4 en Francia, 3 en Argentina, 2 en Irlanda, 1 en Australia, 3 en Holanda, 5 en Alemania, 5 en EE UU, 1 en Suiza, 1 en Chequia y 22 en España.
Se calcula que la probabilidad de convertirse en donante efectivo es de 1 entre 2.000. Pero cuantos más donantes haya, más posibilidades tienen los pacientes de encontrar una compatibilidad. En los últimos años la mayor concienciación respecto a la importancia de donar médula ha provocado que el registro internacional haya aumentado y con él la esperanza de las personas enfermas. En Euskadi, el 93% de los pacientes que necesita un trasplante de médula encuentra un donante compatible, y lo que es más importante, lo hace en un plazo medio de 32 días.
Mitos y bulos
En torno a la donación de médula siempre han existido teorías que han contribuido a crear cierto temor al proceso. Una de ellas es que es muy doloroso porque se introduce una aguja de grandes dimensiones en la espalda. «Al hablar de trasplante de médula algunos lo relacionaban con la médula espinal, pero estamos hablando de la ósea, las células que están en el interior de los huesos», explica Lucía Elosegi, coordinadora de Trasplantes de Gipuzkoa. También ha estado muy extendida la falsa creencia de que para donar médula solo es necesario prestar una muestra de sangre. «Para nosotros es muy importante que el donante esté bien informado. Hay mucha gente que viene pensando que solo tiene que dar sangre y cuando le contamos todo el proceso se echa para atrás», asegura Elosegi.
En realidad esa es solo la primera fase del procedimiento de donación. Después de realizar una entrevista informativa, si el donante decide dar el paso se le toma una muestra de sangre que tras ser tipada en el Centro Vasco de Transfusión y Tejidos Humanos pasa a incluirse en el registro mundial de donantes. Y ahí puede quedarse durante años, sin que resulte compatible con ningún paciente y sin que el donante reciba la llamada de su hospital.
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Pero hay veces que ocurre. En Euskadi, 49 personas han sido donantes efectivos desde el año 2005 y han donado sus células sanas a alguien que lo necesitaba. Ellos han completado el proceso, que comienza con un reconocimiento médico completo. «Necesitamos que el donante sea una persona totalmente sana, tanto por su seguridad como para garantizar las probabilidades de éxito del trasplante», explica Elosegi. El hematólogo es quien analiza los resultados de ese examen y quien decide si el donante es apto.
Existen dos formas de extraer las células sanas. La más habitual es la aféresis, un procedimiento en el cual el donante es conectado a una máquina que centrifuga toda su sangre varias veces. Días antes de este proceso el donante toma una medicación que provoca que las células que se encuentran en el interior de los huesos pasen al torrente sanguíneo, para poder extraerlas después. La aféresis puede durar unas 4 o 5 horas, aunque no requiere de ingreso hospitalario.
La otra opción es la de la punción de la médula ósea. En este caso el donante es ingresado 24 horas y en una intervención con anestesia general se extraen las células directamente de las crestas ilíacas, el hueso de la cadera. El método de donación lo determina la enfermedad del paciente, aunque la aféresis es más común porque las enfermedades oncológicas son más abundantes.
Primero, en la familia
Hay dos tipos de enfermedades que se pueden curar con el trasplante de médula ósea, más correctamente llamado trasplante de progenitores hematopoyéticos -lo que conocemos como células madre-. La mayoría son enfermedades oncológicas que afectan a la sangre como la leucemia o los linfomas, pero también para patologías en las que la médula ósea no cumple su función de formar los componentes de la sangre.
En cuanto se diagnostica a un paciente con una enfermedad que podría precisar un trasplante de médula, el mecanismo se pone en marcha. En primer lugar se busca un donante entre sus familiares, ya que la probabilidad de que un hermano sea compatible es del 25% y de un 5% en familiares de primer grado. Entre 2010 y 2017 el Hospital Universitario Donostia ha realizado un total de 139 trasplantes emparentados -entre familiares-.
En el caso de no encontrar donante en la familia, el segundo paso es la búsqueda en el registro mundial de donantes. Una vez se encuentra una compatibilidad, el hospital receptor y emisor se ponen en contacto y programan la intervención. En los últimos siete años en el HUD se han realizado un total de 165 trasplantes no emparentados.
Existe una tercera técnica que se viene realizando en los últimos años con «resultados positivos», tal y como explica Lucía Elosegi, coordinadora de Trasplantes de Gipuzkoa, que es el trasplante haploidéntico, que se realiza con familiares que tienen una compatibilidad del 50%. «Es una técnica que antes era implanteable y lo cierto es que estamos teniendo buenos resultados», afirma Elosegi.
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