Menos de la mitad de quienes se informan acaba donando
A.S.J.
Lunes, 14 de enero 2019, 08:25
Hay países que tienen muchos donantes inscritos en el registro mundial. «Pero luego, cuando les llaman para donar y les explican el proceso, se echan ... para atrás», afirma Lucía Elosegi. Eso se debe, a su juicio, «a una falta de información por parte de los profesionales médicos». Ser donante de médula exige «un compromiso». Desde el año 2005, cuando empezaron a contabilizarse los registros, el Hospital Donostia ha aportado 13.527 donantes al banco mundial. No obstante, el número de personas que han solicitado información acerca del proceso de donación ha sido mucho mayor. En total 34.744 personas, de las cuales solo 14.199, menos de la mitad, solicitaron realizar la entrevista con los profesionales médicos del hospital guipuzcoano. Las más de 600 personas que no se convirtieron en donantes fueron descartadas en su mayoría por no cumplir los requisitos exigidos.
Conscientes de la importancia de engordar la lista internacional de donantes para ampliar las probabilidades de compatibilidad y acortar los tiempos de búsqueda, el Ministerio de Salud impulsó un plan estatal que establecía el reto para Euskadi de llegar a los 1.200 donantes en 2017. Esa cifra se superó con creces, llegando a los 2.077 registros. De hecho, desde el año 2010, el número de donantes de médula en Euskadi ha crecido de forma exponencial.
Aunque pueda parecer lo contrario, las campañas por un paciente en concreto hacen un flaco favor a esa tarea, y es por ello que los profesionales médicos recelan de las mismas. «Se toca el corazón de la sociedad y muchos se hacen donantes por el calentón o pensando que pueden dar sus células a esa persona que lo pide. Por lo general, el compromiso del donante en estos casos es menor, y además satura el sistema, porque en una semana recibimos mil llamadas y nos desborda, algo innecesario porque trabajamos durante todo el año para captar donantes».
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