El Gobierno Vasco asume la demora a 2024 para que el TAV circule por Euskadi
Tapia ha hecho un repaso general de la situación de la obra, y ha recalcado que su avance «no tiene vuelta atrás»
Un año más. Es la nueva fecha que por primera vez asume el Gobierno Vasco para que el tren de alta velocidad circule por Euskadi ... . El empeño por no retrasar las fechas, que inexorablemente se han visto dilatadas por problemas técnicos, políticos o administrativos, sigue vigente. «Hay que mantener la tensión», admite la consejera Arantxa Tapia. Pero es un hecho incontestable que el plazo original de 2023 se queda corto para terminar los tramos que aún faltan para completar el trazado, sobre todo el nudo de Bergara y las entradas a las capitales vascas, y después para culminar la llamada superestructura –vías, electrificación...– que es la que realmente permite la circurlación de los trenes. Entre un año y año y medio de trabajo extra. La consejera, en un encuentro esta mañana con medios en Donostia, ha asumido lo apretado de los plazos que se mantienen sobre el papel, pero ha confiado en que «la obra civil esté absolutamente terminada en 2023», que desde ya se comience a tramitar la construcción de la superestructura de los tramos ya acabados, un 90% de los de Gipuzkoa; y que se empiece a trabajar sobre la programación de frecuencias, tiempos y precios que costará trasladarse en TAV, entre capitales, con Iparralde o con Madrid o París.
Tapia ha hecho un repaso general de la situación de la obra, y ha recalcado que su avance «no tiene vuelta atrás», pase lo que pase en las próximas elecciones, y haya o no cambios al frente del Ministerio de Fomento o de Adif. El proyecto actual «es imparable», ha remarcado aludiendo especialmente a los proyectos constructivos ya decididos para las estaciones de San Sebastián, Bilbao y Vitoria; al desbloqueo del nudo de Bergara o a las conexiones con Burgos y Navarra, esta última la más retrasada al faltar aún la decisión final sobre si el enlace será por Vitoria o por Ezkio.
Tapia ha repasado los cinco tramos pendientes en Gipuzkoa, cuatro de ellos ya a punto de ser concluidos y recepcionados este mismo verano. Ha asegurado que tanto las entradas a Bilbao como a Vitoria están encarriladas, y que la obra ferroviaria se concluirá para 2023 con el fin de acoger a los trenes aunque toda la estructura no esté terminada. Y ha recordado que, la de San Sebastián, que paga íntegramente Fomento pero construye el Gobierno Vasco, se adjudicará a final de año para comenzar las obras.
Esta estación en superficie va a acoger un cambio de diseño en la planta -1, el espacio cubierto que conectará la estación de autobuses con los andenes del tren y con Tabakalera. El proyecto constructivo que estará terminado para junio prevé un «espacio amplio» de conexión, bajo la plaza pública que en superficie salvará las vías, en lugar del pasillo original y más estrecho que se había proyectado.
Gipuzkoa acogerá además las estaciones de Irun, de Astigarraga –donde no parará el TAV, solo Cercanías– y Ezkio, un apeadero técnico que podrá utilizarse también para que los trenes de alta velocidad hagan alguna parada si existe demanda.
Sobre la demanda, Tapia ha presentado también un estudio realizado en el seno de la Eurorregión sobre tiempos, frecuencias y precios que se estiman. La consejera ha remarcado que su «prioridad» operativa serán los trenes intercity, que «el tren sea alternativa» real para trasladarse entre las tres capitales vascas, con Pamplona o con Iparralade, y reducir así los coches en las carreteras. La estamación prevé establecer conexiones cada media hora entre Vitoria, San Sebastián y Bilbao en horas punta, con unos 21 servicios diarios y un precio medio de 8 euros. El precio, no obstante –han recalcado– dependerá de qué operador u operadores realicen el servicio, si para 2024 está o no liberalizado o se establece que es un servicio público, y del número de frecuencias y de las
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