«Alex siempre escapaba de líos»
El joven que recibió una paliza grupal en Amorebieta trabaja en la construcción junto a su padre y es conocido por «su generosidad»
NAHIKARI CAYADO
LEMOA.
Viernes, 30 de julio 2021, 06:44
Alexandru Andrei Ionita es un joven de 23 años «trabajador», «tranquilo» y «muy buena persona». Faltan manos para contar las palabras de cariño con las ... que su círculo más íntimo de amigos lo describe. La víctima de la brutal agresión que tuvo lugar en las campas de Jauregibarria, en Amorebieta, es muy conocida en Lemoa, localidad en la que reside desde los últimos tres años. «Le conozco desde pequeño y nunca se ha metido en líos. Siempre busca la paz y si ve una pelea se va lejos, escapa. Lo que le han hecho no tiene nombre, no se le hace a nadie, ni a un animal», expresa con la voz entrecortada un allegado de la familia a este periódico.
Alex, que es como le llaman sus amigos, vino de Rumanía a España hace aproximadamente cinco años junto a su padre, Eugenio, cuando éste se divorció de su madre. Después de pasar un breve periodo de tiempo en Madrid, padre e hijo se mudaron a Amorebieta, donde estuvieron viviendo varios meses. De ahí se trasladaron a Lemoa, donde residen actualmente. El chico que se debate entre la vida y la muerte en la Unidad de Reanimación del Hospital de Cruces tiene una relación muy estrecha con su padre. «Son uña y carne. Él está destrozado, ¿Cómo va a estar?, ¿Cómo va a levantar cabeza con lo que le han hecho a su hijo? ¡Es su sangre, es su vida!», lanzan estas mismas fuentes.
El joven trabaja en la construcción junto a su padre. Alex tenía previsto cambiar de trabajo y comenzar una nueva etapa profesional en otra empresa del sector a finales de julio, pero sus planes de futuro fueron truncados la madrugada del domingo. La víctima de la agresión grupal permanece en coma inducido y se encuentra en estado «muy grave». Sus amigos más íntimos aseguran que es «súper trabajador. Se ha buscado la vida desde pequeño, tanto él como su padre son unos currantes y no se merecen para nada lo que está pasando».
También destacan su faceta generosa. «Siempre está dispuesto a ayudar en lo que sea. Es muy atento y tiene muchísimos amigos. Vaya donde vaya encuentra a alguien conocido. El que le conoce de verdad sabe lo bueno que es», matizan sus compañeros.
Este vecino de Lemoa de 23 años ocupa titulares y debates en medios de comunicación de medio país. Los vídeos que muestran la agresión también han corrido como la pólvora. Algo que su grupo de amigos agradece, según ellos mismos han declarado, «en parte». «Está bien que se vean los rostros de los agresores para identificarlos, pero aparte de ser súper duros, hay mucha gente que se está sumando al carro sin saber de qué va el tema». Se refieren a que estos últimos días son muchos los «bulos» y las fotos de «falsos agresores» que la gente está compartiendo. Añaden que el padre no ha sido capaz de verlos, «rompe a llorar nada más darle al play».
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