Un equipo de la UPV/EHU descubre una terapia contra el alzhéimer que funciona en ratones
Veinte años de investigación permiten llegar a un fármaco que protege el cerebro y revierte el daño cognitivo inicial provocado por la demencia
Veinte años de investigación contra el alzhéimer han permitido a un grupo de la Universidad del País Vasco (EHU/UPV) definir una nueva terapia que funciona en ratones. El grupo de Neuroquímica y Neurodegeneración que lidera Rafael Rodríguez-Puertas ha descubierto una sustancia que protege el cerebro y revierte el daño provocado por la demencia en etapas tempranas de la enfermedad. El hallazgo, que se publica este jueves en la Revista Británica de Farmacología, incluye la descripción de la vía orgánica por la que actúa esta sustancia. El laboratorio vasco CIC Biogune y la Universidad de Vigo trabajan ya en el desarrollo de una molécula que pueda ponerse a disposición de la industria farmaceútica para que avance en los que se presenta como un gran hallazgo, muy prometedor.
El estudio define una nueva vía para el desarrollo de nuevas terapias que mejoran el deterioro cognitivo que se produce en etapas tempranas no sólo del alzhéimer, sino también del párkinson. El trabajo, firmado por la doctora Marta Moreno Rodríguez, demuestra que los receptores de neurotransmisores de la familia de los cannabinoides y de ciertos grasas del cerebro (lípidos) que contienen una sustancia llamada colina contribuyen a la mejor de la memoria de las ratas.
El acierto
El grupo ha llegado a estas conclusiones tras analizar durante años una muestra muy amplia de tejido cerebral procedente de autopsias de pacientes que se encontraban en diferentes fases de desarrollo de la enfermedad. Esa tarea, según ha explicado Rafael Rodríguez-Puertas, les permitió ver que cuando aparecen los primeros síntomas clínicos del alzhéimer el daño se localiza en una zona concreta del cerebro, la de los sistemas de transmisión interneuronal, donde se controla la memoria y el aprendiza. En ese momento, hay otro sistema de neurotransmisión, denominado cannabinoide, que vive dos procesos paralelos. Por un lado su actividad aumenta, pero por otro, también resulta dañado.
¿Cómo es posible una doble respuesta tan paradójica? «Es como si este sistema cannabionoide tuviera una respuesta inicial protectora ante el daño que sufre el sistema colinérgico y, de algún modo, intentara proteger el cerebro», explica el experto. El hallazgo no era vano. Habían descubierto una diana contra la que actuar, que es de lo que trata la investigación en medicina.
Descubierto este posible talón de Aquiles de la neurodegeneración, el grupo decidió probar en ratas el efecto del fármaco WIN55.212-2, que se sabe que interacciona con los receptores cannabinoides. Vieron lo que buscaban. Los roedores afectados por la enfermedad se comportaban «igual que los que no tenían daño cerebral: aprendían y recordaban la orientación espacial de la misma manera», ha detallado Marta Moreno. «Podría decirse que el fármaco revertía el daño o protegía el cerebro».