

Secciones
Servicios
Destacamos
Jueves, 19 de diciembre 2024, 09:53
La enfermedad venosa crónica es una patología muy frecuente que, actualmente, afecta al 30 % de la población española y que en fases avanzadas genera una percepción de afectación en la calidad de vida del paciente. Esta es comparable a las ratios de enfermedades calificadas como severas, como lo son la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), la cardiopatía isquémica crónica o la insuficiencia cardíaca.
Las varices son venas enfermas que dejan de cumplir con su función de transportar la sangre desde los tejidos y órganos periféricos hacia el corazón y los pulmones. Así, se generan dilataciones venosas que enlentecen la circulación y generan trombos y alteraciones de los tejidos de las extremidades.
Hay factores que predisponen a poseer una insuficiencia venosa, como son la bipedestación (la evolución antropológica del ser humano hasta llegar a poder estar de pie), la herencia (el esquema genético recibido predispone a presentar ciertas enfermedades), el género (las mujeres tienen mayor predisposición respecto a los hombres), los ciclos menstruales, los embarazos, la menopausia, la obesidad (genera un comportamiento más sedentario y lesiones artrósicas articulares que evidencian la enfermedad) y, por supuesto, la vejez.
Con los años, la enfermedad venosa avanza inexorablemente pasando por etapas que van desde simples arañas de componente estético o varices visibles y evidentes, hasta llegar al grado máximo y más severo de enfermedad venosa, marcado por la presencia de la úlcera venosa crónica.
En este viaje a través de nuestro tiempo vital, las varices presentan complicaciones como la erisipela, la celulitis e infecciones de piel, la trombosis superficial, el sangrado, el edema, la trombosis profunda o su síndrome postrombótico, siendo este el que desencadena la presencia de la temida úlcera venosa.
Los síntomas se presentan como pesadez de piernas, que suelen dar sensación de pesar una tonelada al finalizar el día; calambres nocturnos y hormigueos que aparecen, principalmente, en los extremos de las piernas sobre todo cuando han estado en una posición estática demasiado tiempo; sensación de calor, quemazón, escozor o picores que pueden dificultar el uso de calzado cerrado; e hinchazón o edema de piernas. Este último síntoma es el que preanuncia la instalación de grado avanzado de la enfermedad venosa, que puede ir acompañada por alguno o todos los anteriores síntomas.
Sin embargo, las varices son tratables, independientemente de la edad o de si producen o no dolor. Nadie es mayor para eliminar de su cuerpo una patología venosa que afecta en mayor o menor grado a la calidad de vida de las personas que la sufren. A día de hoy, se disponen de los medios técnicos para el diagnóstico y el tratamiento efectivo y poco invasivo de esta patología, lo que permite solucionar en muy poco tiempo problemas que llevan años, mejorando con ello en calidad de vida y la percepción de salud.
Por todo ello, es importantísimo hacerse revisiones periódicas de la salud cardiovascular, siendo obligación de cada uno cuidar del propio bienestar. El tener algún síntoma de los antes mencionados nos debe alertar para acudir al especialista, realizar el correcto diagnóstico y plantear el tratamiento mejor adaptado para cada paciente.
Colegiado 202006147
RPS : 96/19
Hospital Quirónsalud Donostia I Parque Alkolea (Alto de Egia), 7 I Donostia-San Sebastián I CITAS: 943 38 78 35
Centro Médico Bera I San Esteban, 17 (bajo) I Bera I CITAS: 610 549 507
Clínica Zuatzu Eibar I Paseo de Urkizu, 11 - 1ª planta I Eibar I CITAS: 943 12 10 21
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Circula sin dos ruedas, en sentido contrario y triplica la tasa de alcohol
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
No te pierdas...
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.