«No nos merecemos las semanas de incertidumbre que hemos pasado»
Osakidetza inició ayer de manera generalizada la vacunación con Pfizer a menores de 60 años que recibieron AstraZeneca, que siguen con dudas
La vacunación al personal esencial menor de 60 años que recibió la primera dosis de AstraZeneca empezó ayer a coger ritmo, con los que atenderán ... a la recomendación de Salud y completarán su pauta con Pfizer. El lunes se citó de forma puntual a las primeras personas, pero ayer se inició de forma generalizada la inoculación de las 83.000 personas que están pendientes en Euskadi de esa segunda dosis. Los que acudieron ayer a Illunbe confiaban en la combinación de fórmulas y recibieron Pfizer. Otros prefieren esperar más y poner el mismo suero que la primera vez. Aún no hay citas para ellos.
Amaia Eguren. Estudiante de enfermería (Pfizer)
«Si nos dicen que es seguro no tengo por qué desconfiar»
Amaia acudió ayer a su cita en Illunbe para su segunda dosis sin ninguna duda. «Vengo convencida, tenemos que buscar la manera de parar la pandemia cuanto antes, y si nos dicen que Pfizer es segura no tengo por qué desconfiar», argumentaba esta joven estudiante de Enfermería. Reconoce la incertidumbre que vivió nada más ponerse el primer pinchazo. «A las dos semanas de vacunarnos nos meten el miedo en el cuerpo, no entendía nada y creo que sigo sin entenderlo, pero aquí estoy, hay que tirar hacia adelante», aseguraba recordando las noticias sobre los casos de trombos y la decisión de paralizar la inoculación. En su decisión de combinar vacunas ha pesado la inseguridad sobre la llegada de AstraZeneca. «Nadie nos asegura que lleguen para todos y necesitamos aumentar la protección de la población». En su casa, contaba, han hablado mucho de vacunas en el último mes. «Mi aita es conductor de autobuses y también se pondrá Pfizer».
Marta Salaberria. Profesora (AstraZeneca9
«En mi familia hay sanitarios y me aconsejan esperar»
Marta es profesora en Jesuitas y tiene claro que su segunda dosis tendrá que ser de AstraZeneca «sí o sí». Entre sus argumentos, la promesa que le hicieron cuando se vacunó por primera vez de que iban a ser dos dosis del mismo suero. «En mi entorno familiar hay mucho médico y sanitario, ellos me aconsejan que no combine sueros», dice. Asegura haberse sentido como un 'conejillo de indias' en las últimas semanas con tanto vaivén de opiniones y esperas en las decisiones de las autoridades sanitarias. El momento de euforia por su pronta vacunación pasó a convertirse en una inquietud añadida a su día a día en el trabajo. «Ya he renunciado a Pfizer, y esperaré lo que tenga que esperar», dice. Su voz traslada la indignación de verse envuelta en una situación que nunca imaginó. «Tenía ganas de completar mi pauta pero así no». Entre los compañeros de trabajo llevan semanas debatiendo qué hacer, pero «es una decisión muy personal».
Ainhoa Heredero y Elena Bastida. Estudiantes de enfermería (Pfizer)
«Tenemos dudas pero es lo que nos corresponde hacer»
Son amigas y estudiantes de enfermería, y a las dos el mensaje para coger la cita para su segunda dosis les llegó el miércoles. Ayer la recibieron en Illunbe. Esta vez Pfizer. «Así acabamos con el proceso de una vez», justificaba Elena. «Al final se está haciendo muy largo y hay que vacunarse, conseguir la inmunización de cuantas más personas mejor», añadía su compañera Ainhoa. La dosis de AstraZeneca les dio en su día un poco de fiebre y algo de mareo, y ahora con el cambio, esperaban que «esta noche sea algo mejor», decía sonriendo Ainhoa. «Nada grave» en cualquier caso, concluía. Elena consultó la decisión con su padre que es sanitario. «Y aquí estoy, con ganas de que todo termine y que todos podamos empezar con una vida normal. Siempre hay dudas pero es lo que nos corresponde hacer».
Unai Ramón. Profesor (AstraZeneca)
«No descarto que al final me tenga que poner Pfizer»
En San Luis de La Salle de Donostia, Unai Ramón es el responsable de gestionar todo lo relacionado con el Covid. Está «100% seguro» de que quiere una segunda dosis de AstraZeneca pero «no descarto que si se alarga en el tiempo me acabe tocando ponerme Pfizer». En su familia, su padre también pertenece a un colectivo profesional considerado esencial y «está en la misma situación, esperar» a AstraZeneca. A su ama le vacunaron por rango de edad y la semana que viene completa sus dos dosis. «Es increíble, fuimos los primeros en vacunar y nos están adelantando por todos lados». Lamenta que recaiga sobre ellos la responsabilidad de decidir qué vacuna ponerse, porque «en general nadie tiene una certeza de nada. Solo pido que no nos mareen tanto y que llegue la dosis que me toca».
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