La lista para ser operado en Osakidetza crece un 20% en Gipuzkoa desde la pandemia

Esa lista tampoco para de crecer en el conjunto de Euskadi. Desde que el coronavirus pusiera patas arriba todo el sistema sanitario, el número de personas que esperan para procedimientos no urgentes y programados en Osakidetza se ha incrementado un 27%, hasta alcanzar la cifra de 23.831 pacientes. Esto supone un aumento de más de 6.000 personas respecto a las 17.512 que estaban a la espera de la llamada para entrar a quirófano a finales de diciembre de 2019.

De ellas, el 71% acumula un retraso de tres meses para ser atendido por su especialista; 7.414 personas, 30 días; mientras que 9.519, entre un mes y 90 jornadas. Casi tres de cada diez vascos, por tanto, sobrepasan esa barrera y suman una demora que en algunos casos puede llegar a más de medio año, sobrepasando el tiempo estipulado por la normativa autonómica para ser atendido en la sanidad pública y vulnerando el decreto de marzo de 2006 que establece una espera máxima de 180 días para los procedimientos quirúrgicos programados y no urgentes que, «de ser excedidos, habilitarán» al paciente «a recurrir a otros medios sanitarios con el fin de no demorar el tratamiento que precise, todo ello a cargo de la Administración pública». Estos casos suponen el 4,5% de todas las personas en espera, un total de 1.074 en el conjunto de Euskadi.

Los datos, enviados por la consejera de Salud del Gobierno Vasco, Gotzone Sagardui, al Parlamento Vasco en respuesta a una petición de Rebeka Ubera, de EH Bildu, ponen de manifiesto que Gipuzkoa es el territorio donde se han registrado subidas más acuciantes respecto al volumen de gente en espera de antes de la pandemia. Es el caso de la comarca del Bidasoa, donde el aumento ha sido del 41% en comparación con el número de personas a la espera de ser operadas en comparación con la nómina de personas que había a finales de 2019, y que durante gran parte del verano han carecido de varios especialistas como ha sido el caso de los urólogos, cuyos pacientes fueron derivados a los recursos de la capital guipuzcoana. El incremento ha sido también considerable en Debagoiena, donde el hospital de Arrasate-Mondragon ha ampliado sus listas de espera quirúrgicas en un 33% en dos años y medio. En Debabarrena y Goierri-Urola, por su parte, la ampliación de nombres ha sido del 17%.

La fotografía deja a las claras que ninguna comarca tiene ahora mejores datos que antes del estallido de la crisis sanitaria y, concretamente, la OSI Donostialdea es la que más demora acumula en cuanto a volumen de pacientes, con 4.295 personas a la espera de pasar por quirófano, por delante de la de Araba (3.898) o la de Cruces (3.743). Respecto al resto de organizaciones sanitarias integradas guipuzcoanas, dos superan el millar de personas en espera, Debabarrena (1.069) y Bidasoa (1.024), mientras que otras tantas no alcanzan ese umbral, con 962 en Goierri-Urola y 568 en Debagoiena.

A pesar de que la consejera no ha facilitado el tiempo medio de espera que estos pacientes aguardan para ser intervenidos de sus dolencias, como sí ha sucedido en otras ocasiones que ha sido cuestionada por los grupos parlamentarios sobre este asunto, 294 guipuzcoanos han sobrepasado esa fecha marcada en rojo que supone aguardar más de seis meses para ser operado en la red pública vasca de Osakidetza. Y a pesar de que el recurso de San Sebastián tiene la lista de espera más cuantiosa, es en la OSI Debabarrena donde se concentra casi la mitad de esos pacientes que llevan más de 180 días de demora, un total de 142 personas.

Por especialidades, hay 6.595 personas esperando una operación de traumatología en todo Euskadi, 6.189 de oftalmología y 3.717 de cirugía general. Además, las cirugías torácicas (95), dermatología (85) y los radiodiagnósticos no alcanzaban la centena de pacientes a la espera de pasar por quirófano el día del cierre de los datos, el pasado 15 de julio. Mientras que el facultativo del aparato digestivo tan solo tenía una persona a la espera.

La panorámica cambia ligeramente en aquellas cirugías que acumulan mayores retrasos; es decir, las que cuentan con un mayor número de personas que van a tener que esperar más de seis meses para pasar por el quirófano. Los pacientes de traumatología lideran también este ránking, con 552, más de un 8% del total, seguido de los de urología (114), cirugía vascular-angiología (105) y cirugía general (96). De hecho, solo los especialistas del aparato digestivo, cirugía torácica, dermatología, radiodiagnóstico y urgencias tienen cero pacientes en este apartado.

A pocas horas de que esta mañana el lehendakari Iñigo Urkullu sea cuestionado en el pleno de control del Parlamento por la situación que atraviesa actualmente la sanidad pública vasca, Sagardui también ha dado a conocer el número de personas que aguardan una cirugía oncológica que, por su naturaleza, son de carácter más urgente y no pueden ser demoradas. En total, son 623 los pacientes con cáncer que, a mediados de julio de este año, tenían pendiente una intervención, un 7,5% de ellos con un retraso de más de un mes para la operación, fuera del plazo legal que marca el decreto del Ejecutivo autonómico.

Cruces (159) y la OSI Bilbao-Basurto (115) lideran este apartado, seguido de la OSI Donostialdea, que el pasado 15 de julio tenía a 103 pacientes oncológicos en lista de espera, nueve de ellos con una demora superior a las 30 jornadas. Goierri-Urola tenía 16, y Debabarrena, Bidasoa y Debagoiena, cuatro, dos y una, respectivamente. No obstante, desde el Departamento vasco de Salud siempre han reconocido que estos datos vienen condicionados por la pandemia, un periodo de tiempo donde muchas cirugías han sido pospuestas, atendiendo única y exclusivamente aquellas operaciones denominadas urgentes u oncológicas.

Al propio impacto que ha tenido durante todo este tiempo el coronavirus se le ha sumado, durante los meses de verano, el cierre de camas habitual derivado de la caída de la demanda en los hospitales durante la época de estío y las vacaciones de los propios sanitarios. Solo durante agosto, Osakidetza dejó inhábil 925 camas en todo Euskadi, el máximo de todos los meses de verano. En el caso de Gipuzkoa fueron 317, un 34% del total.

Como se puede observar en otra respuesta parlamentaria de la consejera de Salud, el Hospital Universitario Donostia fue el recurso de toda la red del Servicio Vasco de Salud que más camas clausuró, un total de 166. En la OSI Bidasoa fueron 102, en la OSI Goierri-Alto Urola 22, mientras que en los hospitales de Eibar y Mendaro se inutilizaron 20 y siete camas respectivamente durante el pasado mes de agosto.

En junio y julio, Osakidetza también cerró camas aunque en mucha menor cantidad, 198 y 626 respectivamente. Asimismo, a comienzos de septiembre, el Servicio Vasco de Salud aún mantenía 621 camas sin usar una vez terminado el periodo vacacional.

La tónica habitual de Osakide-tza durante los meses de verano es la de dejar sin servicio un número variable de plazas en aquellas unidades dedicadas a la actividad programada y no el cierre de plantas enteras. No obstante, el territorio ha sido donde más cierres se han registrado en agosto, dejando sin uso seis de las 14 plantas clausuradas en toda Euskadi. A pesar de esta situación, desde el propio Departamento de Salud ya indicaron en junio que el servicio estaría garantizado durante todo el verano.