Los expertos de la OCU analizan las cualidades de la crema Nivea: «Emblemática y agradable»

La icónica crema Nivea de lata azul, un producto «mítico y centenario» que se encuentra en millones de hogares, ha sido sometida a un análisis exhaustivo por expertos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) para determinar si su popularidad se justifica por su efectividad. Los resultados del estudio, que se centraron en la capacidad hidratante de la crema y las valoraciones de las usuarias sobre sus cualidades cosméticas, arrojan luz sobre la eficacia de este clásico del cuidado de la piel.

Según detalla la OCU, la prueba de hidratación se realizó en 20 voluntarios a los que se midió la hidratación de la piel antes y después de usar la crema dos veces al día durante dos semanas. Los resultados revelaron una «buena» capacidad de hidratación, otorgándole 4 estrellas en este aspecto. Paralelamente, 30 voluntarias probaron la crema sin conocer su identidad y puntuaron diversos aspectos cosméticos a través de un cuestionario. Las valoraciones más destacadas por las usuarias señalan un olor «emblemático» y «muy agradable», que incluso evoca recuerdos de la infancia.

En cuanto a la textura, la opinión general es que es «espesa, densa» y que cuesta un poco extenderla. Respecto a la sensación grasa, no hubo consenso, ya que a muchas les resultó grasa, considerándola más adecuada para pieles secas, mientras que otras no percibieron esta sensación. Finalmente, en cuanto a su función principal, las usuarias percibieron su piel hidratada y suave.

En cuanto a su composición, la crema Nivea utiliza principalmente ingredientes con capacidad hidratante y emoliente como la parafina líquida y la cera microcristalina (aceites minerales), así como lanolina (de origen animal), glicerina (humectante) y pantenol (agente de cuidado de la piel). Si bien algunas aplicaciones de cosméticos penalizan el uso de aceites minerales derivados del petróleo, la OCU señala que «estos aceites se consideran seguros sobre la piel», diferenciando su uso tópico de aquellos productos que pueden ser ingeridos.

La crema se caracteriza por no contener conservantes, ya que su formulación limita el crecimiento de microorganismos. No obstante, sí incluye perfume y contiene siete ingredientes de fragancias alergénicas de declaración obligatoria, lo cual debe ser tenido en cuenta por personas con alergias. La OCU también se mostró «crítica con alegaciones como compatibilidad con la piel dermatológicamente probada», al considerar que todos los cosméticos deben ser seguros para la piel.

Por su parte, Profeco, la Procuraduría Federal del Consumidor, también ha analizado recientemente la crema Nivea clásica, confirmando su cumplimiento con los estándares de calidad. Encontraron que ofrece una hidratación moderada, con un aumento de la hidratación de la piel de un 6% a las 2 horas y un 7.3% a las 4 horas después de su aplicación. Su pH ligeramente ácido se considera ideal para pieles normales a secas, ya que ayuda a preservar la barrera cutánea. Además, demostró una estabilidad óptima ante cambios de temperatura, cumple con su contenido neto y ofrece un etiquetado claro. Profeco también confirmó que no presenta riesgo de irritación, siendo segura para el uso diario.

A pesar de su textura y la sensación grasa para algunas usuarias, la Nivea de lata azul sigue siendo recomendada por muchos dermatólogos para el cuerpo, cara, manos y pies, así como para zonas secas. Su popularidad se extiende a diversos usos cosméticos como antiestrías, mascarilla, cuidado del bebé y bálsamo labial de emergencia.

Finalmente, el envase de la icónica lata azul destaca por utilizar un alto porcentaje de aluminio reciclado (80%), lo que la convierte en una alternativa interesante desde el punto de vista medioambiental, a pesar del impacto de su producción. En conclusión, la crema Nivea clásica demuestra una eficaz capacidad hidratante, respaldada por análisis de laboratorio y la percepción de las usuarias, aunque su rica fórmula y textura pueden no ser adecuadas para todo tipo de pieles.

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