El LABI aborda hoy una lenta desescalada

En todo caso, según fuentes del Gobierno Vasco, se va a optar siempre por la «prudencia y la cautela», de manera que esa apertura de movilidad entraría en vigor la próxima semana, pero no el lunes, día 8, con el fin de no facilitar que acudan más personas a las movilizaciones organizadas con motivo del 8M.

Según explicó Zupiria, tanto los miembros del comité técnico del LABI, que se reunió ayer, como los del consejo asesor -el lehendakari y los responsables de las principales instituciones vascas, entre otros-, que lo harán esta tarde, modularán su estrategia en base a la evolución de los datos epidemiológicos, que siguen mejorando.

Así, las cifras recogidas en el boletín diario del Departamento vasco de Salud, correspondientes al miércoles 3, evidencian que se está en la senda correcta. La tasa de incidencia acumulada en 14 días por cada 100.000 habitantes volvió a bajar y se sitúa en 233,3, la mejor desde agosto y diez puntos menos que la víspera. Los tres territorios progresan, pero Gipuzkoa vuelve a ser el único que mejora la media, con 178,91. Bizkaia presenta 259,08 y Araba, con 246,21, rompe con dos días al alza.

Ese miércoles se registraron 331 nuevos contagios, tras haberse reducido la tasa de positividad al 3,5%. Es la menor del año, pero el Gobierno Vasco ya comprobó tras la Navidad el caro peaje que supone bajar la guardia para permitir concesiones de ámbito social o económico, y está listo para un combate a muchos asaltos de aquí hasta el verano.

Según el Plan Bizi Berri III, se ambiciona llegar a junio con una incidencia acumulada inferior a 60 positivos por 100.000 habitantes. «De lo que se trata -afirmó Zupiria- es de que la incidencia de la enfermedad descienda mucho más y llegue a los niveles que tuvimos a primeros de julio, y, a poder ser, a cero». Y en aquellas alturas del verano pasado, entre finales de junio y principios de julio, hubo varios días con menos de diez nuevos positivos en todo Euskadi, aunque hay que puntualizar que ahora al menos se han triplicado las PCR. Para alcanzar ese reto cero, «todavía faltan muchos meses», advirtió ayer el portavoz de Lakua.

Por ello, preguntado por las medidas que pueda adoptar hoy el LABI, Zupiria se mostró un tanto evasivo para ahondar en su mensaje: «Entiendo que hay ganas de saber si nos vamos a poder mover de un pueblo a otro o de un territorio a otro». Es más, «lo que tenga que ser será», respondió, con lo que dio a entender que sí, que con las restricciones que se adopten hay que tratar de no ahogar todavía más a los sectores económicamente más asfixiados por la pandemia, pero que lo principal en los próximos meses para el Gobierno Vasco va a ser reducir el impacto del virus, minimizando al máximo el riesgo de dar pasos atrás como sucedió tras el periodo navideño. «El objetivo es salvar vidas, no semanas», como manifestó el lunes la ministra Carolina Darias.

Aparte de permitir un mayor margen de movimiento más allá del municipio colindante, no se prevé que el LABI establezca esta tarde grandes cambios ni en cuanto a horarios de comercio y hostelería, aunque también está en el aire la opción de aumentar las agrupaciones máximas de 4 a 6 personas, aunque la idea de las autonomías es limitar este tope a cuatro en Semana Santa.