Investigadoras de CIC biomaGUNE logran fabricar vasos sanguíneos artificiales
Sus estudios permiten avanzar en el campo de la bioimpresión 3D para conseguir tejidos más reales e imprimir válvulas similares a las cardíacas
A. I.
Lunes, 29 de septiembre 2025, 12:01
Tres investigadoras de CIC biomaGUNE, Dorleta Jimenez de Aberasturi, Uxue Aizarna y Malou Henriksen, han logrado fabricar vasos sanguíneos artificiales gracias a unos estudios que ... permiten avanzar en el campo de la bioimpresión 3D para fabricar tejidos más reales e imprimir válvulas similares a las cardíacas.
CIC biomaGUNE ha explicado este lunes que para investigar posibles tratamientos para diferentes enfermedades, «inicialmente se suelen utilizar o bien modelos animales o cultivos de células humanas». Sin embargo, los modelos animales «no siempre imitan bien las enfermedades en humanos y los cultivos distan mucho de la complejidad de un tejido». La compañía ha informado de que el grupo de Materiales Híbridos Biofuncionales, liderado por la investigadora Ikerbasque Dorleta Jimenez de Aberasturi, estudia cómo combinar técnicas avanzadas de bioimpresión con nanomateriales para conseguir modelos de tejidos que contengan vasos con diferentes capas que pueden responder al aplicarse estímulos externos.
En esa línea, han apuntado que los tejidos del cuerpo «están irrigados por vasos sanguíneos que les proporcionan oxígeno y nutrientes», por lo que es importante desarrollar nuevos métodos para fabricarlos. «Cuanto más realistas sean los modelos de órganos y tejidos, mejor se podrán entender las causas de diferentes enfermedades, estudiar la eficacia de nuevos compuestos con potencial terapéutico, o incluso utilizarlos como injertos», han señalado.
CIC biomaGUNE señala en una nota que uno de los retos en este campo es encontrar materiales que puedan usarse para imprimir además de tener propiedades óptimas para que las células sobrevivan. Tanto el método de impresión como las propiedades de estos materiales «son muy importantes para poder fabricar tejidos de gran calidad de una manera rápida y precisa», han señalado las investigadoras. «Es importante, además, encontrar materiales que puedan combinarse para poder hacer impresión de multimateriales y crear así estructuras estables que tengan diferentes capas de cada uno de esos materiales», ha indicado por su parte Jimenez de Aberasturi.
Materiales mejorados
En colaboración con un grupo de la Universidad de Maastrich (Países Bajos), el equipo de CIC biomaGUNE ha conseguido, mediante bioimpresión embebida, «imprimir materiales blandos o líquidos que no pueden imprimirse en el aire, ya que se deformarían o colapsarían antes de solidificarse». «La tinta empleada en este tipo de bioimpresión favorece la supervivencia de las células empleadas», ha detallado Jimenez de Aberasturi.
Con esta técnica han conseguido fabricar un modelo de vaso sanguíneo con cilindros concéntricos que imita las diferentes capas de una arteria. Por otra parte, para llegar a añadir válvulas al modelo de arteria, el equipo de investigadoras, en colaboración con un equipo de la Universidad de Utrecht (Países Bajos), ha utilizado la bioimpresión volumétrica.
Las investigadoras han sido capaces de diseñar e imprimir «con mucha precisión una válvula, que se puede abrir y cerrar aplicándole un estímulo externo, similar a las que hay en el corazón». Por consiguiente, «podríamos llegar a imprimir una válvula, una arteria o una vena copiando la imagen de la de un paciente real».
En ambos trabajos, se ha utilizado como base gelatina metacrilada, un material blando hecho a partir de gelatina que se modifica químicamente para que pueda volverse sólida al exponerla a la luz. Este tipo de gelatina es muy útil para bioimpresión, ya que es compatible con células y se puede modificar su viscosidad. A esta gelatina se le ha añadido «matriz extracelular», obtenida a partir de arteria pulmonar de cerdo.
«Algo importante pero difícil de recrear es el tipo de fuerzas mecánicas a las que se ven sometidos los vasos sanguíneos por cambios de presión sanguínea. Estos cambios son relevantes si queremos obtener respuestas realistas en las células», ha afirmado Jimenez de Aberasturi.
Para ello, las investigadoras han utilizado nanopartículas de oro, que tienen una capacidad especial de interactuar con la luz de forma «muy intensa y controlada». Con esta combinación innovadora de materiales y técnicas de bioimpresión, el equipo de CIC biomaGUNE ha conseguido avanzar en la fabricación de arterias artificiales que imitan el pulso arterial en respuesta a un láser.
Han concluido que «este es un proceso muy complejo». «Aunque ahora estamos muy cerca de que estas arterias sean muy reales, todavía faltan pasos por hacer. Y cada paso es un mundo», han concluido.
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