La Fiscalía vasca avala extender el pasaporte Covid a casi todo recinto cerrado o de masas, salvo el comercio
Tras este informe, los jueces se reúnen mañana para decidir si aceptan la solicitud del Gobierno Vasco, que podría entrar así en vigor a lo largo de esta semana
La Fiscalía Superior del País Vasco ha dado este lunes su visto bueno a la intención del Gobierno Vasco de extender la obligatoriedad del pasaporte Covid para acceder a prácticamente cualquier recinto cerrado o de gran afluencia en Euskadi, excepto los establecimientos comerciales. Una medida que se extendería hasta que la tasa de incidencia esté por debajo de los 300 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días y de la que quedarían exentos los menores de 12 años y los trabajadores de los establecimientos mientras desempeñan sus funciones laborales, aunque deberán utilizar la mascarilla de manera constante.
Con una sexta ola que sigue avanzando en vísperas de la Navidad, y que este lunes ha llevado a Euskadi a registrar la tasa de incidencia más alta de toda la pandemia, con 937 nuevos positivos por 100.000 habitantes en 14 días, el Ejecutivo de Iñigo Urkullu presentó el viernes al Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) el borrador de decreto que contempla ampliar el pase sanitario a prácticamente cualquier espacio de ocio, cultural, deportivo o sanitario de Euskadi. En especial si son cerrados.
Siguiendo el procedimiento habitual, tras la recepción de la solicitud, el TSJPV encargó a la Fiscalía que elabore un informe, no vinculante, que se ha dado a conocer este lunes al mediodía. Con las consideraciones del órgano que dirige Carmen Adán sobre la mesa, los jueces de lo Contencioso-Administrativo del TSJPV deben decidir si avalan o deniegan (total o parcialmente) la medida. Los magistrados se reúnen mañana martes para deliberar, con lo que la decisión podría conocerse mañana mismo o el miércoles. En caso de que también validen la propuesta, la medida podría así entrar en vigor ya esta misma semana. El decreto del lehendakari ya está preparado y acordado por el LABI en su última reunión. De hecho, fuentes del Ejecutivo autonómico explican que no sería siquiera necesario que Urkullu convocara un LABI presencial, y que la reunión podría celebrarse telemáticamente para agilizar la entrada en vigor de la norma.
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En la solicitud que entregó el Ejecutivo al TSJPV se pide extender el uso del certificado de vacunación a todos los establecimientos de hostelería y restauración. Pero también a cualquier recinto en el que se realicen conciertos, acontecimientos culturales y artísticos; a las instalaciones deportivas que cuenten con control de acceso y capacidad superior a los 100 asistentes, así como a los gimnasios y otros polideportivos y espacios interiores en los que se practica deporte.
Dicho de otra manera, si los jueces dan luz verde a la petición del gabinete de Urkullu, solo las personas con el pase covid podrán entrar a Anoeta o Illunbe para ver un partido, al Kursaal para asistir a un espectáculo artístico, o al Museo San Telmo para ver una exposición, por poner algunos ejemplos. Textualmente, la solicitud pide que este documento sea la llave para poder estar en «salas de conciertos y salas multiusos u otros espacios habilitados cerrados cuando se realicen conciertos, festivales musicales y otros acontecimientos culturales y artísticos». También para las instalaciones deportivas «tales como estadios, frontones o similares, cuando se celebren competiciones con un sistema de control de acceso (tiques, abonos, invitaciones y similares) y/o una asistencia superior a las 100 personas».
Se pretende igualmente que sea exigible para poder visitar a pacientes en los hospitales, a mayores en la residencias y a presos en las cárceles. «La transmisión del virus tiene un terreno abonado en los espacios interiores no suficientemente ventilados», recalcó la semana pasada Urkullu. Son estos ámbitos en los que el Ejecutivo considera de mayor riesgo porque en ellos se producen agrupaciones de personas sin que se garantice la distancia de seguridad y el uso de la mascarilla. Esas condiciones facilitan la transmisión del virus. Aún más en caso de que haya una persona infectada. Y es que la capacidad de contagiar a otras personas de un no vacunado es cuatro veces mayor que la de un inmunizado con la pauta completa, según un estudio publicado por el Instituto Pasteur el pasado septiembre.
La generalización del pase sanitario obligatorio se interpreta, de hecho, como una medida extrema para fomentar la vacunación de los casi 180.000 vascos que aún no han querido vacunarse. O se inmunizan o verán muy limitada su vida social. Por el momento se salva el comercio. Poco más.
El lehendakari espera que el TSJPV avale la extensión del pasaporte covid
El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha mostrado este lunes su esperanza en que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) avale su petición para extender el pasaporte covid a toda la hostelería y restauración, salas de conciertos, festivales musicales y otros acontecimientos culturales y artísticos, polideportivos y gimnasios, estadios, frontones y pabellones, así como a hospitales o residencias, cuando se supere en Euskadi la tasa acumulada de 300 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días.
Durante una rueda de prensa celebrada tras el 39 Consejo Plenario de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos (CTP) en Alp (Girona), Urkullu ha explicado que «nosotros nos hemos pronunciado en la petición de autorización con los mismos criterios de proporcionalidad, de idoneidad, de conveniencia y de necesidad de estas propuestas que en la primera petición».
El lehendakari ha recordado que la ampliación que se ha solicitado para la Comunidad Autónoma Vasca ya es una realidad en otras comunidades autónomas. «Todos y todas debemos ser conscientes del ejercicio de solidaridad que hemos de hacer, empezando por el propio personal sanitario, por su propio bien, ya que trata con pacientes de diversas patologías, pero también de coronavirus», ha añadido.
Iñigo Urkullu ha recordado que «es fácil» la transmisión por los profesionales y también por los familiares o amigos de los enfermos que les visitan en los centros sanitarios. «Apelo a un ejercicio de responsabilidad individual personal y de solidaridad. No se trata, por lo tanto, de una obligatoriedad, sino también de solidaridad, pensar en la salud individual propia de cada uno de nosotros, pero también en el riesgo que ponemos a los demás», ha insistido.
