Euskadi atisba un próximo cambio de tendencia de la cuarta ola y descarta nuevas restricciones
El comité técnico del LABI monitorizará los próximos 4-6 días para constatar si se ha tocado techo. Califica de «grave» la situación y prevé que sigan al alza los ingresos en las UCIs
De momento, las restricciones se quedan como están. A pesar de que la situación epidemiológica de Euskadi sigue siendo «grave y preocupante», especialmente en lo referente a la enorme presión que está soportando el sistema sanitario, los expertos del comité técnico del LABI aprecian «algunos signos esperanzadores» en la «evolución próxima de la tendencia». Por ello, consideran «conveniente» seguir analizando los indicadores durante 4-6 para valorar si «el cambio de tendencia» se «confirma y consolida». Es decir, si es inminente el momento en el que se tocará techo y se empieza a doblegar la curva de este cuarto embate, que está marcando máximos tras dos jornadas consecutivas con más de un millar de casos positivos
Además, los expertos insisten en el mismo mensaje que la semana pasada, y es que «no es el momento ni de relajar ninguna de las medidas actualmente en vigor, ni tampoco de modificar el contenido del Decreto que las sustenta, es el momento de intensificar el rigor en su cumplimiento», destacan. Por ello, el lehendakari, Iñigo Urkullu, no convocará este viernes la comisión asesora del LABI, órgano en el que se decide la modulación de las restricciones.
La situación actual del País Vasco es que se encuentra en el nivel 5, el más alto que contempla el plan Bizi Berri III, de transmisión «muy alta» del virus, mientras que la ocupación de camas UCI se sitúa en el escenario 3 sobre 5, «con una previsión de incremento para las próximas semanas».
A la hora de analizar la posible evolución de la pandemia, los expertos coordinados por Jonan Fernández advierten de que la disminución en el número de pruebas PCR y antígenos que se ha producido con la concatenación de varios días festivos, como ha sucedido en la pasada Semana Santa, «dificulta en gran medida la interpretación» de los indicadores epidemiológicos.
No obstante, pasado el efecto de la Semana Santa, destacan que desde hace ya más de una semana se aprecia «el estancamiento» de la tasa acumulada a 7 días, que aún no se ha trasladado a la incidencia a 14 días, que es el indicador que se emplea para decretar cierres perimetrales, «a pesar de que el posible infradiagnóstico de Semana Santa estaría ya amortizado». En todo caso, la tasa a 7 días «anticipa una evolución similar» en la de 14 días.
Otro de los motivos que sugieren «un cambio en los próximos días» es que la razón de tasas de 7 días mantiene una tendencia descendente en la última semana, situándose este juevse en 1,04. La evolución del índice reproductivo básico es también «descendente en la última semana» y se acerca al valor de 1 que, «en anteriores picos, ha acompañado al pico en incidencia acumulada a 14 días», destacan. La razón de tasas de la incidencia acumulada a 14 días «también presenta una evolución descendente en esta última semana», según el dictamen de los expertos.
El comité concluye que esta ola «no está siguiendo la pauta» de subidas anteriores. En todo caso, prevé «un estancamiento próximo en la tasa a 14 días, dibujando una meseta que preceda al inicio del descenso progresivo en este indicador». No obstante, apela a la «cautela» a la hora de valorar esta predicción debido a las diferentes variables, como los cambios que se pueden producir en la transmisibilidad del virus.
Con todo ello, consideran que es preciso realizar una evaluación «en profundidad» de la situación epidemiológica y de las medidas en vigor por parte del Consejo Asesor del LABI, por lo que «sería conveniente seguir analizando estos indicadores durante 4-6 días para valorar si el cambio de tendencia se confirma y consolida».
Además, el dictamen hace hincapie en la situación hospitalaria, cuyo tensionamiento proyecta una perspectiva «preocupante». El número medio de ingresos hospitalarios diarios «está acercándose al pico de anteriores subidas y previsiblemente continuará incrementándose todavía durante varias semanas», alerta.
«Previsiblemente, los ingresos continuarán incrementándose durante varias semanas»
Aumentos «significativos» en el número de vacunados «debería influir positivamente en el frento y posterior descenso» de la incidencia
Como es obvio, los expertos destacan que aumentos significativos en el número de personas vacunadas «debería de influir positivamente en el freno y posterior descenso» de las incidencias acumuladas. En la medida en que avance la vacunación, «llegará el momento de relajar medidas». Sin embargo, ahora considera «fundamental mantener el uso de mascarilla, la distancia interpersonal, la reducción de la interacción social a nuestro círculo de convivencia, evitar la concurrencia de personas en espacios interiores o intensificar la ventilación».
En las próximas semanas, ve «fundamental» cumplir individual y colectivamente con las medidas preventivas para «lograr empujar» la evolución de la pandemia en una tendencia descendente y revertir el tensionamiento en el sistema sanitario. «Cada persona que hace un esfuerzo de limitación, restricción o privación en el cumplimiento de las medidas en vigor, debe saber que está contribuyendo a estos dos objetivos concretos: hacer descender la tendencia y aliviar la presión hospitalaria. Cada esfuerzo evita sufrimiento, enfermedad y, en última instancia, salva vidas», resalta el dictamen.
El toque de queda o los cierre perimetrales, «fundamentales»
La comisión técnica considera que, desde el punto de vista epidemiológico, medidas como la limitación de movilidad nocturna, la restricción de las agrupaciones de personas o los cierres perimetrales desempeñan una función preventiva «fundamental» como barreras «eficaces» para reducir los contextos de transmisión del virus.
Por ello, reitera que no considera «adecuado» el final del Estado de Alarma, sin contar con una garantía jurídica que permita adoptar este tipo de medidas con seguridad.
En este sentido, recomienda al consejo asesor del LABI «intensificar» cuantas gestiones sean necesarias ante el Gobierno central, con el resto de Comunidades Autónomas y en el propio Parlamento Vasco, para configurar un marco de actuación «seguro, tanto desde el punto de vista de su cobertura jurídica, como desde el punto de vista de la claridad con que debe transmitirse a la sociedad».