Euskadi enfría su intención de avanzar hacia el final de la desescalada tras los nuevos brotes en hospitales
El Gobierno Vasco se replantea su intención inicial de cambiar de fase el próximo lunes, lo que retrasaría la conexión con Cantabria, Navarra o Rioja
Lo que hace 72 horas parecía una vía libre de obstáculos para plantear un aterrizaje acelerado de Euskadi en la nueva normalidad post-covid, presenta ... ahora serios contratiempos que recomiendan aplazar unos días ese tránsito. La aspiración del Gobierno Vasco de superar todas las fases de la desescalada el próximo lunes y poder acordar la libre circulación de personas con las comunidades limítrofes se ha dado de bruces con los nuevos brotes en los hospitales de Txagorritxu y Basurto, que dejan ya 25 nuevos contagios.
El portavoz del Ejecutivo, Josu Erkoreka, afirmó ayer que la aparición de este tipo de episodios entraba dentro de lo «previsible» y que no por ello se pensaba retrasar la previsión inicial con el objetivo de permitir la movilidad con Cantabria el próximo día 15. Sin embargo, en su mensaje también apeló a la «prudencia» y la «cautela» para analizar fríamente si los datos respaldan ese avance de fase. Una decisión que, como aclara el decreto de la nueva normalidad -a diferencia de lo que manifestó el pasado domingo el presidente del Gobierno-, solo compete al Ejecutivo vasco y que debe decidirse «con arreglo a criterios sanitarios y epidemiológicos». Según fuentes consultadas por este medio, esa situación epidemiológica «ha cambiado de forma ostensible» con la aparición de estos nuevos focos, de forma que lo que parecía evidente hace unos días, «ahora no está tan claro».
Erkoreka mostró también esa prudencia en la comparecencia de ayer al precisar que ningún representante del Gobierno Vasco fue «tajante» el pasado sábado a la hora de asegurar que el próximo 15 de junio Euskadi accedería a la nueva normalidad. «Todo lo contrario, hubo apelaciones a la conveniencia de seguir actuando de manera prudente», subrayó.
Las claves
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No habrá precipitación El Ejecutivo vasco analiza al detalle el desarrollo de los focos y afirma que actuará desde la «prudencia»
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Decisión propia El decreto deja claro que cada comunidad decidirá #su avance «con arreglo a criterios epidemiológicos»
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Apurar los 15 días El delegado del Gobierno se muestra partidario de dar pasos «con cautela» y mantenerse en la fase 3
La decisión, el fin de semana
Lo que de momento tiene claro el Ejecutivo de Urkullu es que la decisión se adoptará el fin de semana después de comprobar cómo evolucionan los dos focos en Vitoria y Bilbao. El primero, el de Txagorritxu, parece ya bajo control, y se espera que el de Basurto termine de acotarse en los próximos días. Una vez se evalúe esa situación, y siempre que no surjan nuevos brotes, se adoptará la decisión correspondiente.
En este estreno de la fase 3 el Gobierno Vasco no quiere precipitarse y en todo caso actuará de forma «prudente», como ya lo hizo cuando pidió el pase completo a la primera fase de la desescalada y adoptó medidas más restrictivas en torno a la movilidad y a la reunión de grupos de personas. También pesan los casos de rebrotes registrados en otras zonas del Estado como Lleida o Ceuta, lo que obligó a ambas a permanecer una semana más en la fase 1 en la 2, respectivamente. En el Ejecutivo vasco se barrunta que sería complicado defender un avance precipitado de fase con dos brotes confirmados cuando anteriormente otras comunidades han adoptado decisiones más prudentes en una situación similar.
El propio delegado del Gobierno en Euskadi, Denis Itxaso, se mostró ayer también partidario de dar los pasos con «una cierta cautela» y que la comunidad permanezca en la fase 3 dos semanas igual que en los anteriores capítulos de la desescalada.
La Rioja da su OK
Mientras termina de tomarse esa decisión, el Ejecutivo también espera que el resto de comunidades limítrofes con Euskadi también expresen «una voluntad clara e inequívoca» para abrir la movilidad como lo ha hecho el presidente cántabro Miguel Ángel Revilla. Erkoreka señaló ayer que para que se pueda producir esa movilidad entre comunidades las presidentas de La Rioja y Navarra, Concepción Andreu y María Chivite, respectivamente, deben manifestar «de forma clara» esa intención. La presidenta riojana se mostró ayer partidaria a esa apertura si las condiciones lo permiten.
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