Juan Carlos Soto.

Reclaman cambios profundos en Osakidetza tras la segunda dimisión por la OPE

El último cese del director de Recursos Humanos, Juan Carlos Soto, se suma al de la directora general María Jesús Múgica

A. LERATE

SAN SEBASTIÁN.

Sábado, 5 de enero 2019, 08:21

Las aguas siguen revueltas en Osakidetza y las supuestas filtraciones de exámenes en algunas especialidades se siguen cobrando víctimas laborales. A la dimisión hace ... mes y medio de la directora general, María Jesús Múgica, se suma ahora la del director de Recursos Humanos, Juan Carlos Soto. Los partidos de la oposición EH Bildu, Elkarrekin-Podemos y PP, que calificaron esta situación de «crónica de una muerte anunciada» porque se trata de «una salida lógica», reclamaron ayer cambios profundos en Osakidetza para evitar que se produzcan nuevas irregularidades. Por su parte, la central ESK reiteró que solo las iniciativas judiciales servirán para solucionar el problema.

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La salida de Soto del 'staff' del Servicio Vasco de Salud era una marcha que se preveía tras el cese, a petición propia, de la directora general, su jefa inmediata. A mediados de noviembre, María Jesús Múgica dimitió para que el escándalo de la OPE «no condicionara políticamente» al Departamento de Salud y al Gobierno vasco. Su renuncia fue el precio exigido por el PP para no respaldar una comisión de investigación en el Parlamento, tal y como defendían los otros dos partidos de oposición, EH Bildu y Elkarrekin Podemos.

El sustituto de Múgica es Juan Luis Diego Casals, un alto cargo del círculo del lehendakari, Iñigo Urkullu. Desde su nombramiento, Casals apenas ha tenido presencia pública. Según medios consultados por este diario, se ha dedicado a conocer el entramado de un servicio que, con una plantilla estructural de 26.497 profesionales, es la mayor empresa de Euskadi. Una vez familiarizado con el complejo organigrama de la Sanidad, ha considerado que es el momento de hacer cambios.

Juan Carlos Soto accedió a la dirección de Recursos Humanos en agosto de 2017, en sustitución de José María Armentia, quien cesó a petición propia tras firmar con el sindicato de médicos (SME), de enfermería (SATSE) y UGT un acuerdo para convocar una oferta de empleo con 3.330 plazas de todas las categorías. El cometido de Soto, que había sido subdirector de Personal en el último mandato de Gabriel Inclán, era llevarla a cabo.

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Poca sorpresa

La salida de Soto no ha sorprendido en medios políticos. «Es lo lógico», manifestó la parlamentaria del PP Laura Garrido. «Tras la dimisión de María Jesús Múgica, esperábamos también que se fuera el director de Personal. Son los dos cargos más involucrados en la organización de la OPE». Garrido recordó que, a mediados de diciembre, exigió al titular de Salud, Jon Darpón, «nuevos pasos para mejorar la dirección de Recursos Humanos». Esta fue la condición que puso para desmarcarse de la reprobación del consejero que defendieron Bildu y Podemos.

EH Bildu, a través de Rebeka Ubera, subrayó ayer que, además de cesar en el cargo al responsable de Recursos Humanos de Osakidetza, el Departamento vasco de Salud, «debe ir más allá para evitar que se repitan las irregularidades de la última OPE. La formación abertzale considera que junto con la reorganización de la directiva de Osakidetza, hay que poner en marcha medidas correctoras porque «se ha evidenciado que existe un problema estructural y que es necesario hacer cambios profundos, tanto en el modelo de oposiciones como en el de Recursos Humanos».

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Para Elkarrekin Podemos, políticamente este asunto «sigue sin resolverse», y anunció que «tratará de seguir luchando contra el clientelismo» que en Euskadi supone «una maraña que debe ser conocida por toda la sociedad como una parte de la corrupción existente en este microclima». Su portavoz, Cristina Macazaga, denunció que «se ha dejado en algunos jefes de servicio» de Osakidetza «un «poder excesivo», y por ello algunos llegan a tener «más poder que el propio consejero» para designar personas de confianza, cuando además se firman conciertos con centros sanitarios privados y cuando hay personal sanitario que trabaja a la vez tanto en la centros públicos como en esos centros privados.

El sindicato ESK considera que «la salida» de Soto, es «una medida necesaria» pero que «llega tarde», y lamentó que, al igual que Múgica, «se va sin dar la más mínima explicación de lo sucedido» en la OPE. Advirtió de que «sólo las iniciativas judiciales darán las respuestas que la sociedad vasca demanda».

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La renovada dirección de Osakidetza tiene como reto poner en marcha un nuevo modelo de OPE que garantice la limpieza de las oposiciones de médicos de hospital. Se han anulado las pruebas de Anestesia, Cardiología y Angiología ante la evidencia de que algunos aspirantes conocían las preguntas de antemano. Los sindicatos consideran que el fraude, que está siendo investigado por el Ministerio Fiscal, afecta a una veintena de especialidades.

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