Cómo quitar las manchas de chocolate, sangre, vino o tinta en la ropa

Cómo quitar las manchas de la ropa suele ser uno de los mayores quebraderos de cabeza en cualquier hogar. Y es que eliminar los restos de suciedad generados por sustancias y alimentos como el chocolate, el vino, la tinta de cualquier bolígrafo, la sangre o la mayonesa no siempre resulta fácil y puede conllevar que invirtamos un tiempo precioso… si es que no perdemos la paciencia. Y más aún si esa camiseta deportiva o ese vestido negro con cierto escote es uno de nuestros favoritos…

Como siempre, la clave a la hora de acabar con una mancha complicada es la rapidez con la que la tratemos, bien sea metiéndola en la lavadora, bien aplicando algún quitamanchas comercial que no siempre resulta eficaz y que, además, en ocasiones acaba actuando de una forma demasiado agresiva sobre el tejido en cuestión.

Por ello, desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ofrecen una serie de trucos y consejos, a la vez que explican cómo quitar las manchas más difíciles y habituales con sustancias naturales:

Situación muy reconocible (demasiado) por cualquier ama o aita. En estos casos, lo más recomendable suele ser aclarar el tejido con agua templada y, a continuación, aplicar sobre la mancha un detergente enzimático en pulverizador. Con ello, tendremos muchas papeletas para acabar con la mancha de chocolate… aunque por poco tiempo si el niño vuelve a tener un pequeño 'accidente' con el bocadillo o sandwich de turno.

Un clásico cuando tiramos una copa llena de vino sobre, un mantel blanco y/o una camisa recién planchada. Para estos casos, lo primero que recomienda la OCU es «aclarar el tejido con agua templada y poner en remojo la mancha en una disolución de percarbonato sódico en agua templada. Como alternativa también se puede aplicar agua con un poco de lejía a los tejidos blancos o una disolución de agua oxigenada y agua fría en el caso de prendas de color».

Cualquier pequeña herida en brazos o piernas puede ensuciar nuestra ropa y dejarla inutilizable… pero tiene solución. Para ello, basta con «poner en remojo el tejido en agua fría con un puñado de sal, pasar una esponja mojada en agua con amoniaco (2,5 ml por litro) y aclarar y lavar con detergente en polvo».

El aceite, la mayonesa, la cera… el hogar está repleto de 'enemigos' que tienden a adherirse a la ropa, muy a nuestro pesar. Las manchas de grasa se caracterizan por dejar un cerco en el tejido, de ahí que para eliminarlas lo más recomendable sea «espolvorear una capa de polvos de talco y después cepillar suavemente. Después, se recomienda dejar actuar y pasadas unas horas lavar con jabón y agua templada».

Hazte con zumo de limón y aplícalo sobre la mancha. Una vez lo cubras con una capa de sal fina, deberás dejar actuar durante un buen rato y aclarar con agua fría. Después, lava la ropa como acostumbres y habrás acabado con la mancha.

Otro clásico... pero no desesperes. En primer lugar lo importante es mantener húmedas las manchas (por ejemplo con un algodón), siempre con cuidado de mantener intacta la otra parte del tejido. Seguidamente, tira de un algodón empapado en alcohol de quemar o alcohol de limpieza y listo. En marcas más residuales en prendas blancas de algodón, basta con agua y lejía.