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Mikel Sánchez, en plena operación en el quirófano, insiste en que el robot es una ayuda. «Sigo operando y mandando yo», dice. JESÚS ANDRADE

'Mako', la mano robótica de Mikel Sánchez

Este periódico accede al quirófano del prestigioso traumatólogo para ver una de las primeras cirugías con un brazo único en Euskadi

Ikram El Aarrass

Vitoria

Domingo, 7 de abril 2024, 02:00

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«Hace seis semanas tuve una paciente con una operación de rodilla muy compleja; fue muy estresante. Ahora, esa misma intervención con el robot será mucho más sencilla y menos invasiva», explica el traumatólogo Mikel Sánchez. Desde esta semana, trabaja en el quirófano codo con codo con 'Mako', un brazo robótico de última generación único en Euskadi que ha sido diseñado para llevar a cabo cirugías de alta precisión en implantación de prótesis de rodilla o cadera. El conocido médico vitoriano –que solo en los últimos cinco años ha intervenido a deportistas como los futbolistas de la Real Mikel Oyarzabal, David Silva, Nacho Monreal, Martin Merquelanz, Miguel Ángel Moyá o Sadiq, el pelotari Iker Irribarria o el ciclista Mikel Landa– ha permitido a este periódico entrar en la sala de operaciones para ver en primera línea cómo trabaja su nuevo 'asistente'.

«Cuando operas sin robot te guías por sensaciones que te ha dado la experiencia, que no está mal. Pero valerse de la tecnología hace que los movimientos sean más precisos», afirma Sánchez. No está solo en el quirófano. A su equipo de tres cirujanos, enfermeras, anestesista y auxiliar se han incorporado 'Mako' y una ingeniera que monitoriza lo que hace el brazo e informa a los médicos. A su alrededor, las pantallas cobran protagonismo. Gracias a simulaciones en 3D, antes de intervenir el equipo puede observar paso a paso cómo quedará el hueso del paciente con la prótesis. Sánchez conversa con la ingeniera al mando de 'Mako' para limar detalles. «Con esta tecnología nos aseguramos de que lo que hemos planificado previo a la operación se va a cumplir y si hay complicaciones será más fácil detectarlas y poder abordarlas», expresa.

Antes de que la mano robótica entre en acción, los cirujanos apuntalan la rodilla para que la máquina pueda hacer una superposición de la imagen del escáner con la real. Mientras proceden, la ingeniera encargada de estas primeras maniobras les guía. «Ella tiene mucha experiencia sobre cómo funciona y nos ayuda a dar soluciones». Durante la operación, la especialista mueve piezas y anuncia a los médicos lo que va a pasar en cada paso. «Es como el copiloto en un rally, que te va dando las indicaciones».

Sánchez y la ingeniera repasan la operación que hará el robot. J. Andrade

Llega el momento de la primera incisión y así, con 'Supernatural thing' de Ben E. King sonando de fondo, la Unidad de Cirugía Artroscópica que Sánchez lidera en Vitoria y que es referente en medicina regenerativa, protagoniza otro nuevo hito en la medicina local. Sin perder la concentración y bajo la batuta de Sánchez, el equipo y 'Mako' se sumergen en una intervención de rodilla de unas dos horas. «La idea es que a la larga, con la ayuda del robot, se reduzca el tiempo en la mesa de quirófano», matiza el traumatólogo.

Aunque parezca que el futuro sea de las máquinas, Sánchez lo tiene claro. «Todavía el cirujano sigue siendo más inteligente que el robot». Pero sí que es verdad, añade, «que con esta nueva tecnología, cuando yo le doy una idea y es errónea, por lo que sea, la máquina la desecha, porque puede ver lo que nosotros no».

Más rápido y seguro

Jorge Guadilla, otro de los cirujanos que ha estrenado 'Mako', agrega que todavía, como era de esperar, «nos cuesta un poco más de lo que deberían ser los tiempos razonables, porque quieres estar seguro de que el ordenador te dará lo que tú sientes que es correcto».

Los profesionales no son los únicos que se muestran indecisos al principio cuando saben que un robot va a participar en la operación. «¿Voy a ser yo el primero?», pregunta el paciente, y añade una batería de dudas. «Lo primero que les digo es que 'Mako' es un complemento; es un superGPS que te guía para llevarte por el mejor camino, pero seguimos estando al volante», tranquiliza Mikel Sánchez. E insiste en que «sigo operando yo y mandando yo, que si no estoy de acuerdo con la propuesta del robot, le digo que me busque otra».

Los principales beneficiarios de esta nueva técnica son veteranos, porque a final de cuentas, «la indicación de la prótesis no cambia, está hecha para gente mayor que tiene una artrosis avanzada». Cuando un paciente joven tiene un problema en la rodilla, primero se intentan otras soluciones. «Porque si se hace tan temprano habría que cambiarla dos veces y el recambio es una cirugía muy agresiva».

– ¿'Mako' cambiará eso?

– Sí, ahora sabemos que con el robot la cirugía es perfecta, así que la vida media de las prótesis va a ser más larga y entonces, poco a poco, podremos ir adelantando la edad. El objetivo es evitar que se llegue al segundo recambio.

Sánchez pretende que el tiempo de hospitalización también se reduzca. «Nuestra meta es que para una operación de rodilla, por ejemplo, se marchen al segundo día. Pero todavía estamos aprendiendo y nuestros pacientes también, porque tenemos en la mente que si te pones una prótesis, tienes que estar en el hospital mínimo una semana. Con la maquinaria que tenemos eso ya ha quedado atrás», afirma.

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