Una joya oculta en el corazón de Las Landas: el pueblo Patrimonio de la Humanidad que no te puedes perder
Esta región guarda secretos más allá de las decenas de kilómetros de costa, localidades turísticas o actividades como el surf
J.M.
Viernes, 16 de mayo 2025, 09:43
Si bien Las Landas es bien conocida por guipuzcoanos debido a sus extensas playas y numerososos campings, existen infinidad de espacios y enclaves alejados de la costa aún por descubrir para muchos. Y es que, esta región guarda secretos más allá de las decenas de kilómetros de costa en el interior eclipsados por el mar, localidades turísticas o actividades como el surf.
Lejos del bullicio costero, el corazón de Las Landas late con fuerza propia. La región ofrece un mosaico de paisajes y tradiciones vivas: fiestas patronales, mercados campesinos y una gastronomía generosa que se celebra tanto en mesas familiares como en festivales locales. Sus productos del terroir —como el foie gras, el confit y el pastis landés— dan fe del arte de vivir del suroeste francés, acompañado por el aroma noble del Armagnac y sus barricas de roble.
En este entorno excepcional se alza, sobre una colina con vistas al valle del Adour, un pueblo que brilla con luz propia. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO como parte del Camino de Santiago, este municipio es un tesoro medieval que sorprende por la riqueza de su legado. Se trata de Saint-Sever, una joya arquitectónica cuyo pasado resuena en cada piedra de su iglesia abacial, famosa por sus siete ábsides y capiteles.
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Pese al paso de los años, en la actualidad el casco antiguo de Saint-Sever conserva todavía el encanto de los siglos pasados. Callejuelas empedradas, casas con entramado de madera y el impresionante convento de los jacobinos, que recogen en sus muros el fervor espiritual y la vida monástica de antaño.
Un pueblo digno de visitar que junto a otras localidades vecinas como Labastide-d'Armagnac con su plaza real porticada y la curiosa capilla de Notre-Dame-des-Cyclistes o Sorde-l'Abbaye y su notable legado galorromano conforman un circuito lleno de historia.