Un GPS que no lleva a ninguna parte

Era la tercera vez que Guillermo, camionero granadino de 64 años, cubría la ruta entre Burdeos y Pamplona. Pero ayer, sobre las once de la mañana, el GPS le jugó una mala pasada. Al llegar al kilómetro 18 de la N-121-A (Pamplona-Francia), le pidió que saliera de la carretera nacional y que se dirigiera hacia Etulain, un pequeño concejo del Valle de Anué de 28 habitantes. Un embudo que terminó como han acabado otros cuatro camiones en el último año: atascado en una curva muy estrecha del casco urbano.

Diez horas después, el camionero aún seguía allí. «Estoy nervioso perdido... He llamado a la grúa a las once de la mañana y aún estoy esperando. Han mandado una pequeña, pero nada», contaba a primera hora de la noche.

A las 11.20 horas de la mañana de este jueves el camión ha podido ser desatascado, según ha informado la Guardia Civil.

Aún no había comido. «Tengo comida, pero no tengo ni hambre de los nervios. Estoy con un café que me ha sacado la mujer de la casa». Y relataba cómo había acabado empotrado cuando circulaba hacia Pamplona con un tráiler frigorífico cargado de mercancía perecedera. «Antes de llegar a una curva (de la N-121-A), el GPS me ha dicho que tomara el desvío a la izquierda. He pensado que igual acortaba y he entrado». Pero enseguida vio que la carretera hacia Etulain era «muy estrecha», una señal de que por ahí n o iba bien encaminado. El propio navegador se lo hizo saber. Pero le condujo a la segunda 'trampa'. «Me ha pedido que diera la vuelta en el pueblo, pero en esa curva no podía girar». Al tomar el giro, con un ángulo muy cerrado y en pendiente descendente, el chófer tuvo que detener su camión, de 13,5 metros de gabarra y 40 toneladas, entre dos muros. «He intentado dar marcha atrás, pero patinaba. Al estar todo el peso atrás, ha empezado a culear hasta que me he quedado atascado», se lamentaba.

Hasta el lugar se dirigió una patrulla de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil, que asistió al camionero a lo largo del día. Él llamó su compañía de seguros, que le envío a una grúa convencional, impotente ante las dimensiones y el tonelaje del camión. Por eso reclamó una grúa más grande que pudiera hacer retroceder al vehículo. Pero a las nueve de la noche, dieciséis llamadas después, aún no tenía noticia alguna de la grúa. Solo le quedaba esperar, e ir actualizando sus planes. «He salido sobre las siete y media de cerca de Burdeos y pensaba estar de vuelta en Granada para mañana (por hoy), pero ya no sé qué va a pasar».

En su misma situación se encontraban hace un mes dos camioneros de origen polaco a los que el GPS también sacó de la N-121-A cuando regresaban a su país. En su caso, hasta 14 horas tuvieron que permanecer allí hasta que una grúa logró desatraparlos. Con de el de ayer, ya son cuatro camiones los que en el último año han quedado atascados en Etulain. El presidente del concejo, Jon Pascal Egozkue, ya habló hacer un mes con el departamento de Obras Públicas del Gobierno de Navarra. Ayer volvió a remitir una fotografía. Pide soluciones. «Si no se puede colocar una señal de calle sin salida en una carretera, habrá que ver si hay alguna homologada para que no entren más camiones».

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