Garoña gestionará 4.000 toneladas de residuos radioactivos en la primera fase de su desmantelamiento
La empresa estatal Enresa toma el control de la planta para arrancar la primera fase del proceso, que durará tres años
Saioa Echeazarra
Miércoles, 19 de julio 2023, 15:14
La central nuclear de Santa María de Garoña inicia una nueva etapa. La planta burgalesa ha pasado a manos de Enresa, la empresa estatal que ... se encargará del desmantelamiento, tras recibir esta semana la autorización del Gobierno central para comenzar con el proceso. Un plan que llega una década después del cese de la planta y que se prolongará, si se cumplen los plazos, hasta 2033.
El primer paso, el último requisito que faltaba para iniciar el desmontaje, ha tenido lugar este miércoles con la transferencia de titularidad de la planta de Nuclenor -sociedad coparticipada por Endesa e Iberdrola- a la empresa pública Enresa (responsable del desmontaje). La compañía se ha hecho con el control de la instalación para acometer la primera fase del desmantelamiento.
En esta primera etapa del desmontaje se gestionarán 5.718 toneladas de materiales, según han detallado en un acto desarrollado en la central atómica. De esa cifra, 4.027 toneladas son residuos radioactivos en su mayoría de de muy baja actividad. Se trasldarán al complejo de El Cabril, en Córdoba. Las 1.691 toneladas restantes son residuos convencionales de construcción y demolición. Aparte, los 49 contenedores de combustible gastado, junto a otros (serán unos 55 contenedores) se quedarán en el Almacén Temporal de Individualizado (ATI) en Garoña.
Esas cifras corresponden solo a la primera fase del desmontaje. Si se tiene en cuenta todo el proceso en sus dos fases, del total de residuos de Garoña, aproximadamente el 20% son residuos radioactivos, el resto son convencionales, han explicado desde Enresa. De ese 20%, el 80% son residuos de muy baja actividad y en torno al 20% de baja y media actividad. Todos ellos van a El Cabril, en Córdoba, único almacén de residuos radiactivos de baja y media actividad de España. Lo que se quedará en Garoña al menos hasta 2073 (los 55 contenedores) representan una pequeña parte. «Es insificante, son muy pocos metros cúbicos», han precisado desde la compañía nacional.
El transporte de residuos radioactivos de muy baja, baja y media actividad se realizará por carretera. «La reglamentación, los embalajes y los vehículos garantizan su seguridad y tras más de 4 millones de kilómetros recorridos, no se han producido incidentes con implicaciones radiológicas».
«Un gran reto»
El presidente de Enresa, José Luis Navarro, ha manifestado tras la firma ante notario de la transferencia de titularidad de la central que el proyecto supone «un gran reto» para la empresa pública, para el que «estamos preparados». «Contamos con los medios técnicos y con un gran equipo humano para afrontar este desmantelamiento».
Esta fase inicial durará tres años y sus actividades principales serán el desmontaje de los sistemas, estructuras y componentes del Edificio de Turbina y su acondicionamiento como nuevo Edificio Auxiliar de Desmantelamiento (EAD). SImultáneamente a estos trabajos, se realizará la evacuación del combustible gastado desde la piscina hasta el Almacén de Residuos. Se gestionarán 49 contenedores.
«Desmantelar las instalaciones nucleares que han cesado su actividad forma parte del servicio público esencial que Enresa presta a la sociedad española», ha subrayado Navarro, asegurando que se hará con «profesionalidad, rigor, seguridad y transparencia». Para ello, el presidente de Enresa destacó el equipo humano con el que contará el proyecto, que está formado por más de 30 personas de plantilla de Enresa y unas 70 de Nuclenor, a las que se unirá el personal de otras empresas especializadas contratadas que colaborarán en el proceso. En total, durante la primera fase del desmantelamiento, se alcanzarán los 350 empleos directos.
Para facilitar la participación de las empresas del entorno de Garoña en las licitaciones necesarias para el desmantelamiento, Enresa viene colaborando con la Confederación de Asociaciones Empresariales de Burgos (FAE), para proporcionar información a las empresas interesadas. Así, en 2021 FAE y Enresa organizaron un evento informativo. Además, Enresa viene informando anualmente de las licitaciones previstas.
En la segunda fase, para la que Enresa ha de obtener una nueva autorización, se culminará el proyecto con actividades como el desmantelamiento final de los edificios de carácter radiológico, así como los trabajos de descontaminación, desclasificación y demolición, hasta finalizar con la restauración del emplazamiento. El plazo estimado para desarrollar el proyecto es de, aproximadamente, diez años, ha explicado Navarro, tres para la primera fase y siete para la segunda, aunque matizó que esta planificación puede experimentar variaciones porque para Enresa «siempre prima la seguridad sobre el programa».
Coste del proyecto
Navarro ha aludido también al coste total del proyecto de desmantelamiento, estimado en 475 millones de euros, y quiso poner de manifiesto el compromiso de Enresa con los entornos en los que desarrolla su actividad. En este sentido, ha destacado que Enresa colabora con los municipios más próximos a la central tanto con asignaciones directas establecidas por orden ministerial como con la cofinanciación de proyectos de desarrollo local, destinados a generar actividad económica. En concreto, ha detallado el presidente, «desde 2016 hemos ayudado a 11 municipios de Burgos y Álava al desarrollo de más de 42 proyectos, que han permitido la creación de 95 empleos y su alcance ha beneficiado a 4.911 personas».
Durante su intervención, José Luis Navarro estuvo acompañado por el director de Operaciones de Enresa, Manuel Rodríguez, y por el director del desmantelamiento de Garoña, Manuel Ondaro, a los que presentó y detalló su experiencia en proyectos similares. Otro de los aspectos destacados por Navarro fue el de la transparencia. Así, el máximo responsable de Enresa aseguró que «proporcionaremos información constante de la evolución del proyecto, tanto a las instituciones como a la sociedad en general», ha explicado, y ha añadido que «invitaremos a los medios de comunicación del entorno a visitar la instalación con motivo de los hitos más significativos o cuando lo soliciten». Además, ha anunciado la creación en la central de un nuevo centro de información sobre el desmantelamiento, entre otras acciones destinadas a una óptima divulgación del proyecto que ahora inicia Enresa.
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