Fomento reactiva las obras del TAV en Bizkaia tras la última petición de Urkullu
Aprueba tres proyectos por valor de 200 millones en el 'nudo de Bergara', el tramo Atxondo-Abadiño y siete túneles entre Bilbao y Vitoria
El Ministerio de Fomento aprobó ayer una inversión de unos 200 millones de euros para el TAV vasco en el ramal de Bizkaia. ... La partida supone un empuje muy importante para un proyecto que, después de trece años, se desliza hacia su final -está previsto estrenarlo en 2024- y que debe ir cerrando pasos en su superestructura. La partida servirá para la construcción de la plataforma de vía en los tramos de Elorrio y Atxondo-Abadiño, además de la adecuación de siete túneles entre Bilbao y Vitoria -alguno en tramos en Eskoriatza, Aramaio y Arrasate- a las nuevas exigencias de seguridad europeas. Para Gipuzkoa, con el tramo casi completo, el Gobierno Vasco reclamó a Adif que le permita también empezar a instalar la superestructura.
La aprobación de este paquete de obras viene a certificar que pocas cosas resultan más efectivas que pedir en tiempos de crisis. Aparte de sus críticas al PSOE y a Unidas Podemos por su inflexibilidad, Tren de Alta Velocidad han sido algunas de las palabras que el PNV ha repetido con mayor asiduidad durante las negociaciones previas a la sesión de investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno (a la postre fallida). Una especie de gota malaya en pleno mes de julio que comenzó cuando la consejera de Infraestructuras, Arantxa Tapia, advirtió el día 4 en Madrid de que los dos gobiernos deberían estar hablando ya de frecuencias y billetes en vez de obras.
Luego, llegó su viceconsejero, Antonio Aiz, y mostró su inquietud de que el plan se retrase una vez más y los vascos vean frustrada la posibilidad de llegar a Madrid en menos de tres horas dentro de un lustro. Y en vísperas de la propia sesión de investidura, el lehendakari Iñigo Urkullu lamentó las «incomprensibles» demoras en la ejecución del TAV. Lo hizo en una visita al tramo Antzuola-Ezkio, donde certificó el fin de las obras ejecutadas por Eusko Trenbide Sareak en Gipuzkoa. Urkullu aprovechó este hito para proponer al Gobierno central que, vista la diligencia del Ejecutivo vasco a la hora de terminar su parte, le entregase las competencias necesarias para encargarse de labores como la colocación de vías, catenarias o señalizaciones con el ánimo de acelerar la entrada en servicio de la Y vasca.
De los trámites aprobados ayer parece quedar claro que Fomento no está por delegar, pero sí que el meneo ejercido al árbol por parte del PNV ha arrojado unas cuantas nueces. En una tarde, el ministerio dio cuenta de dos adjudicaciones y una licitación que reactivan el proyecto, especialmente en Bizkaia. Todas deberán estar terminadas en un plazo de 30 a 34 meses, para 2022.
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