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maría josé carrero
Martes, 22 de agosto 2017, 14:46
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La partida de 22.000 unidades de huevo líquido inmovilizadas en una empresa de Bizkaia el pasado 12 de agosto supuestamente contaminadas son aptas para el consumo. Así se lo ha notificado Europa al Departamento vasco de Salud y le comunica que «puede ser liberada dado que los análisis efectuados no han encontrado niveles de fipronil detectables». El fipronil es un potente insecticida que se utiliza para combatir los ácaros en animales. Se trata de una sustancia legal pero su uso está prohibido en Europa dentro de la cadena alimentaria. Los expertos sitúan el origen de esta crisis alimentaria de orden global en 'Chick Friends', una granja holandesa que se cree que pudo importar este insecticida desde Rumanía a través de una empresa radicada en Amberes (Bélgica).
El Sistema Europeo de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF) detectó el envío en un camión procedente de Francia y lo comunicó a las autoridades españolas. El Ministerio de Sanidad alertó inmediatamente al Gobierno vasco y este envió a sus inspectores a la empresa, dedicada a elaborar productos para la cadena de distribución alimentaria. Los técnicos de Salud inmovilizaron la partida para «eliminar cualquier tipo de riesgo para la salud pública». Diez días después, el Departamento de Salud ha recibido una nueva notificación de la RASFF en la que se comunica que no se han encontrado niveles de fipronil detectables en la citada partida, con lo cual puede entrar en el sistema alimentario.
El sistema de alerta rápida advirtió en junio la presencia de fipronil en algunos huevos en Bélgica, desde donde se distribuyeron a Alemania, Países Bajos, Austria, Reino Unido, Irlanda, Italia, Rumanía, Luxemburgo, Eslovaquia, Suecia y Suiza. En Holanda ha supuesto el bloqueo de la actividad en unas 200 granjas. En total, hay casi una veintena de países europeos afectados. El problema ha llegado incluso a Hong Kong a través de una exportación intercontinental.
La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) pública aseguró que el país no estaba afectado por la distribución de huevos contaminados con fipronil, pero la inmovilización de una partida en Bizkaia llevó a pensar que no era así. Aunque la alerta ha resultado falsa, el Gobierno vasco resalta que «mantiene activados todos los sistemas de control y vigilancia para esta alerta y adoptará las medidas necesarias para salvaguardar la salud de todas las personas que residen en Euskadi».
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