Macabra cacería furtiva en el Gorbea con el hallazgo de un corzo decapitado
La Diputación y la Ertzaintza investigan la aparición del animal en el Parque Natural y podría haber, al menos, otros 3 venados abatidos de forma ilegal
josu garcía
Martes, 18 de mayo 2021, 09:23
«Somos los más interesados en que esto se aclare y se castigue cuanto antes al autor o autores». Iñaki Arana es el presidente de ... la Sociedad Basurde de Zeanuri, una entidad que engloba a 88 cazadores que matan sobre todo sorda (un tipo de ave que vive en el bosque) en el entorno del macizo del Gorbea. «Somos cazadores, no 'escopeteros'. Porque el que ha hecho esto es un 'escopetero' y un desalmado». Iñaki se refiere a la fotografía que ilustra este artículo. En la macabra imagen se puede ver a un corzo macho decapitado y colgado boca abajo de uno de los carteles del Parque Natural, una zona protegida donde la actividad cinegética legal está controlada de forma férrea.
El cuerpo del venado apareció el 22 de abril, con un único tiro (posiblemente de rifle), causando la indignación de montañeros, guardas forestales y vecinos de la comarca. La Diputación foral ha confirmado a EL CORREO que se ha abierto una investigación y que se está trabajando en colaboración con la Ertzaintza. Por ahora no pueden dar más detalles. Pero otras fuentes consultadas por este diario apuntan a que las pesquisas irían bien encaminadas para identificar a la persona o personas que se llevaron la cabeza como trofeo y dejaron los restos del animal abandonados de una forma tan sórdida. Las mismas fuentes aseguran que, en lo que va de año, se han producido otros tres casos de corzos y ciervos abatidos por furtivos, pero, al contrario de lo que pasó hace cuatro semanas, no hubo una exhibición o escarnio público del animal. «Alguno de los corzos abatidos apareció medio devorado por los buitres, en lugares de difícil acceso», precisan.
En el Gorbea hay quien mata animales de manera clandestina, a escondidas, arriesgándose a multas que pueden alcanzar los 10.000 euros y que incluso pueden derivar en una condena penal. «Siempre ha habido furtivos. Es un fenómeno que hace unos quince años estaba muy implantado en la vertiente alavesa y que conseguimos reducir de manera importante, aunque siempre habrá personas dispuestas a saltarse la ley y a cometer una barbaridad como la que se aprecia en esa instantánea tomada en el lado vizcaíno», afirma el guarda forestal alavés Andoni Díaz.
La Diputación espera encontrar al autor o autores. «Mostramos nuestra más absoluta repulsa por estos hechos», afirman fuentes forales. «Se han tomado medidas y la institución foral me consta que está trabajando con seriedad en este asunto», apunta la alcaldesa de Zeanuri, Eider Ajuriagerra, que pide calma y no interferir en la investigación.
«Llenar neveras y salones»
El corzo decapitado apareció en un pequeño parking ubicado a cuatro kilómetros de Pagomakurre, a mitad de subida. Se trata del aparcamiento de Asteitxe, un paraje público al que se puede acceder en coche, pero que está algo apartado de la ruta habitual, dentro del término municipal de Areatza. Ayer se hallaba desierto. Un poco más arriba, había operarios de la limpieza que no querían hablar del tema. Según la investigación, el corzo fue decapitado antes de ser colgado, por lo que pudo ser arrastrado hasta el parking. El cuerpo fue retirado por los guardas.
¿Quién puede estar interesado en matar y mostrar así el cadáver de un animal? A personas conocedoras del macizo del Gorbea no les cuadra la teoría de un furtivo. «Esta gente lo que quiere es llenar arcones congeladores y salas de trofeos. Lo último que desean es llamar la atención...». ¿Entonces quién ha podido hacer algo así? «No lo sabemos pero ya te digo yo que cazadores de nuestra asociación no», afirma el presidente de la Sociedad Basurde. Esta entidad no acostumbra a cazar corzos dentro del parque, «porque estás obligado a llevar un guía y sale muy caro». Sí se cobran cada año nueve ciervos (6 hembras y tres machos), con autorización foral para controlar la población y los daños que pueden provocar. «Ójala cojan al autor porque los más perjudicados somos nosotros», insiste Arana.
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