«Ha sido un agobio, pero más fácil de lo que esperaba»

Los resoplidos eran lo más frecuente a la salida de cada una de las cuatro pruebas que este miércoles inauguraron la primera jornada de Selectividad. Era la manera contenida de soltar nervios ante la mirada de otros compañeros que habían hecho igual. Más de 4.600 jóvenes guipuzcoanos estaban citados este miércoles a hacer la evaluación de acceso a la universidad (EAU) y su primer contacto fue con Lengua Vasca y Literatura donde tenían que analizar un extracto de una obra del periodista Pako Aristi. El segundo encuentro fue Historia donde los estudiantes podían elegir para desarrollar 'El movimiento obrero en el País Vasco' o la II República y para el comentario de texto la opción estaba entre 'la desamortización de Mendizábal' y 'El estatuto de autonomía vasco'.

A primera hora de la mañana en los alrededores del campus de Ibaeta había un mar de estudiantes que buscaba en qué aula tenía que hacer sus pruebas. Algunos comprobaban una y otra vez que llevaban todo lo imprescindible encima. Y otros, apuntes en mano, buscaban dar ese último repaso de una materia que llevaban semanas estudiando. En muchos rostros se podía ver la tensión de intentar controlar los nervios. Los había incluso que esa misma inquietud les mantenía una media sonrisa en la cara. Muchos son demasiado conscientes de que su futuro depende de cómo hagan los exámenes que se prolongan hasta mañana y cuyo resultado determinará la nota de corte de acceso a una universidad u otra.

Las primeras impresiones eran favorables. Euskera fue un examen «accesible» comentaban en corrillos. «De los que sirven para compensar otras notas, porque no ha sido complicado», decía Amaia Astarloa del Laskorain de Tolosa. «Bien». Es el resumen que engloba las sensaciones tras hora y media de poner por escrito sus conocimientos. A algunos estudiantes la presión les jugó una mala pasada y nada más recibir las hojas de examen rompieron a llorar. «Son los nervios. No sirven de nada, pero algunos vienen con mucho agobio de tener que sacar la mejor nota posible para poder entrar en la carrera que quieren», reconoce Unai Sorrondegi del instituto Oriarte de Lasarte-Oria. «No te queda otra que controlarte porque las histerias solo hacen que hagas peor las cosas. ¡Nos quedan dos días!»

Tras 45 minutos de descanso fue el turno de una de las asignaturas «temidas» de este miércoles: Historia. «Hay demasiado que estudiar y eso que podemos elegir memorizar solo uno de los dos bloques que van a examen. Aún así son demasiados datos, gentes, detalles para que se te quede todo en la cabeza», enumera Carmen Fernández del Lizardi de Zarautz.

La película de cada uno iba según su suerte. «Justo me había aprendido todos los temas de ese bloque menos ese», confiesa Nahai Artola. «Me he inventado de todo, he tirado por los derechos de los trabajadores, algo de contexto... me he apañado». Su amigo Garai tuvo más suerte. «Había apostado por el tema de los trabajadores, y he acertado», decía contento. Justo lo contrario le pasó a Carmen Fernández. «Antes del examen andábamos haciendo 'apuestas' de qué iba a entrar. No creía que fuera a tener mala suerte pero, sí. Esta vez no me ha acompañado la fortuna», dice con resignación.

Por la tarde fue el turno de las optativas con exámenes de Química/Latín/Diseño y Economía de la Empresa/Cultura Audiovisual/Geología. Había estudiantes que ya notaban el cansancio acumulado aunque fuera el primero de los tres días de EAU. «Apenas he dormido en toda la semana», cuenta Carmen. «Es demasiada presión, y esa sensación de agobio no te deja descansar», describe. A su lado Lukas apostilla que «con todo, es más fácil de lo que esperaba». Nada más acabar los exámenes de este miércoles, todos los jóvenes se fueron de vuelta a casa para volver a coger los libros y ponerse a estudiar. «Hace falta repasar y me faltan horas», manifiesta Aratz Sarasola.

La jornada de este jueves tiene como platos fuertes Lengua y Matemáticas que se realizan por la mañana. «Te dicen que suelen poner ejercicios más sencillos de lo que te esperas, pero no me quiero confiar. 'Mate' te puede dar siempre una desagradable sorpresa», señala Unai. La tarde estará dedicada a Biología/Historia del Arte/Griego y tras un descanso de media hora será el turno de Dibujo Técnico/Geografía/Artes Escénicas.

Mañana la Selectividad terminará oficialmente a las 12.45 horas. Antes se habrán examinado de Inglés y de Física/Historia de la Filosofía/Segunda Lengua Extranjera. Entonces la suerte estará echada y los alumnos deberán esperar al 16 de junio a que se publiquen en la web de la UPV las notas a partir del mediodía. Los planes hasta entonces los tienen bien claros. «¡Fiesta!», repiten sin ningún tipo de dubitación. El plan de Unai es «domingo descanso y el lunes, de viaje de fin de estudio a Malta».

En el receso del mediodía los cuatro compañeros de Tolosa han compartido impresiones sobre cómo había transcurrido la mañana. El examen de euskera les ha resultado «fácil», y la redacción del tiempo que les han pedido «era muy sencilla de desarrollar», comentaba Aratz. Para Historia tenían opiniones diferentes. Garai había elegido el tema 'Movimientos laborales'. «Me lo había preparado bien, había cogido ese tema y descartado otros, he tenido suerte y he acertado», ha dicho. Nahia ha reconocido que había tenido que «inventar» bastante. «No lo había estudiado, pero con un poco de derechos por aquí y un poco de inventiva por allá, me he apañado», ha manifestado. Aratz había elegido la Segunda República y no las tenía todas consigo, al igual que le ha sucedido a Amaia que andaba algo más preocupada porque es la única del grupo que necesita una nota de corte para acceder a un doble grado de Derecho y Administración.

Carmen Y Lukas apenas han podido dormir esta pasada noche. «Yo justo dos horas», recordaba ella. «Tenía tanto agobio encima que no podía relajarme para descansar». A él le ha pasado algo parecido, «he intentado dormir pero he pasado mala noche». Después de dos exámenes han comprobado que todos sus miedos y temores previos no merecían la pena. «Euskera ha sido asequible pero Historia... es que es demasiado temario», se ha lamentado Lukas, y eso que él había estudiado las propuestas a desarrollar que entraban. Carmen reconoce que cuando le han dado la hoja de examen no sabía «si reir o llorar» porque le han tocado «justo las materias que pensaba que no entraban». Para mañana sus huesos duros serán Lengua y Biología y Matemáticas. Carmen necesita una nota de corte alta porque quiere ser enfermera. «Me tengo que esmerar en las demás pruebas, pero veo que la presión que me he puesto no me ayuda».

Unai ha salido de Historia con una sonrisa. «Han entrado los temas que pensaba y me ha salido bastante bien». A eso añade su tranquilidad porque ha visto que Euskera «era más para subir nota media que otra cosa, muy sencillo». No necesita nota pero prefiere hacerlo bien por si en vez de hacer un Grado Superior decide a última hora acceder a la universidad. Tiene más recelos para Matemáticas. «Nos dicen que no suele ser complicado, pero no te puedes confiar». Gazte lo tiene «controlado». Lo que más le ha sorprendido ha sido los nervios que ha visto en algunos de sus compañeros. «Nada más entregarnos el examen de Euskera ya había gente llorando. Yo soy tranquilo pero si vas con esa inquietud es difícil que te salga bien nada». Entiende que hay amigos que se juegan la vocación por las notas de corte. «Hay que buscar la manera de templar los nervios para hacerlo lo mejor posible», comenta. Espera que el viernes llegue pronto para poder ir de fiesta, «y el lunes de viaje de fin de estudios a Malta», afirma con una gran sonrisa.

Zuriñe iba con miedo a Historia, como la mayoría de los estudiantes, y no ha salido contenta. «Me lo sabía, pero me he bloqueado. Mal, me ha ido mal», repetía con resignación. La prueba de Euskera le ha resultado sencilla pero los nervios le han jugado una mala pasada. «Venía tranquila pero según han ido pasando los minutos me he ido poniendo nerviosa», ha confesado. Es de las que casi no ha podido dormir esta noche, «y durante los días previos no me ha ido mejor», ha apuntado. Piensa que las horas que ha pasado delante de los apuntes no le han servido de mucho. «He pasado mucho tiempo en la biblioteca pero me faltaba concentración y no he podido estudiar como pensaba». Quiere que su futuro pase por un grado superior en educación infantil, no tiene necesidad de sacar una nota sin embargo quiere «hacerlo lo mejor posible». Su siguiente examen comprometido será Matemáticas, «el resto los tengo más controlados», ha afirmado.

Cada una de las materias se puntuará entre 0 y 10 y, como máximo, en esta fase los alumnos vascos pueden obtener 10 puntos. Se considera que un estudiante ha superado la prueba cuando haya obtenido una nota igual o mayor a 5 puntos como resultado de la media ponderada del 60% de la nota media de Bachillerato o Ciclo Formativo y el 40% de la calificación de la fase de acceso, siempre que esta sea superior o igual a 4 puntos.

La fase de admisión es de carácter voluntario. Cada estudiante se podrá examinar de cualquiera de las materias de opción del bloque de las asignaturas troncales de segundo de Bachillerato, con un máximo de cuatro. También pueden ser válidas para subir nota en alguna de las materias realizadas en la fase de acceso.

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