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La imparable y creciente digitalización de la sociedad ha planteado en la última década numerosos e interesantes debates que están en boga. En este nuevo ... contexto social, la relación de los adolescentes vascos con estas nuevas tecnologías es uno de los temas que más cuestiones suscitan a la comunidad educativa y política.
El exhaustivo informe de Unicef 'Impacto de la Tecnología en la adolescencia', elaborado con la participación de más de 5.000 jóvenes vascos de entre 11 y 18 años -edad media del encuestado 13,75 años- y de 23 centros educativos -9 de ellos guipuzcoanos- pone de relieve las luces y las sombras que aporta la digitalización en la juventud vasca, un proceso que arrancó ya a principios de siglo y que se ha acelerado en el último lustro. Algunas de las estadísticas positivas sobre los sentimientos en internet -tres de cada cuatro afirman sentir placer o diversión- chocan frontalmente con los inquietantes datos sobre 'sexting' -enviar o recibir material audiovisual de contenido sexual-, 'grooming' -cuando un adulto se hace pasar por un menor para establecer relaciones con niños-, consumo temprano de pornografía o apuestas online.
Pegados a la tecnología. El muestreo, realizado con encuestas rellenadas por más de 5.000 adolescentes vascos a lo largo del curso 21/22, refleja que el 97,3% utiliza el móvil o el ordenador en su tiempo libre, que nueve de cada 10 encuestados también se valen de ese tiempo para sumergirse en las redes sociales y que el 67,7% lo hace para desconectar jugando a la videoconsola. En el otro lado de la moneda, el 92,1% también afirma que está con sus amigos, el 81% hace deporte y más de la mitad, el 55,5%, asegura pasar parte de su tiempo libre leyendo. Además, en general, «el ajuste emocional de estos jóvenes parece adecuado», se puede leer en el estudio, en el que se añade que «los estudiantes de ESO obtienen un promedio de 7,7 (sobre 10) en la escala de bienestar emocional».
Con teléfono inteligente a los 11 años. La edad a la que los jóvenes vascos acceden en propiedad a uno de estos dispositivos electrónicos es una fuente de eterna controversia. Voces autorizadas de la Psicología y la Medicina apuntan a que una edad propicia para comprar el primer smartphone podrían ser los 16 años, pero la realidad en Euskadi es que la edad media del primer teléfono son los 11 años. Es decir, un niño de 5º o 6º de Primaria. Además, en el estudio se recoge también que el 96,8% de los adolescentes dispone de teléfono móvil con conexión a Internet, y que el 95,2% de los alumnos de 1º y 2º de la ESO ya tienen su propio smartphone. Igualmente, uno de cada cuatro «dispone de datos de conexión ilimitados».
La sombra de la depresión. Está demostrado con evidencias científicas que el uso indiscriminado de las pantallas tiene efectos perniciosos en el cerebro del ser humano, con más gravedad si cabe en el de jóvenes que están aún en fase de crecimiento. Estrés, ansiedad, irratibilidad, cansancio, tristeza... Son solo algunos de los síntomas que pueden surgir derivados del abuso de las pantallas. En el informe elaborado por Unicef destaca el 13,1% de jóvenes encuestados que «presentan síntomas de depresión grave o moderadamente grave». Además, el 27% asegura haber pensado «alguna vez o varias veces que sería mejor estar muerto». En cuanto a los trastornos del sueño, casi el 70% de los participantes en la investigación apuntan a que «han tenido dificultades para dormir o, por el contrario, han dormido demasiado».
Igualmente, uno de cada cuatro encuestados -cuya media de edad son 13,75 años- asegura haber sentido «miedo y soledad» mientras estaba conectado a la red, uno de cada cinco «angustia» y un 30% «inseguridad o inquietud».
Fotos y vídeos sexuales. Dentro de las conductas de riesgo asociadas al uso de la tecnología entre los preadolescentes y los adolescentes destaca sobremanera el 'sexting'. El comité de expertos en el que se apoyó Unicef para la elaboración de este informe considera «que las tasas que se han detectado son realmente preocupantes». Así, el 8,5% afirma haber enviado fotos o vídeos personales de carácter erótico o sexual, y el 24,1% manifiesta haberlos recibido. Además, uno de cada 10 encuestados indicaba haber sido «presionado o chantajeado en algún momento para que le enviara a esa persona contenido sexual». Aunque es una práctica extendida tanto en chicos como en chicas, dentro del 'sexting' las presiones las sufren en mayor medida ellas, especialmente en la franja de los 14 a los 16 años. En este marco, el 5% de las chicas encuestadas reconocen haber sufrido chantaje con publicar vídeos suyos de carácter erótico o sexual.
Adultos que se hacen pasar por menores. El contacto en las redes sociales con personas desconocidas es una de las grandes preocupaciones de todas las familias con hijos adolescentes. Puede ser un caldo de cultivo perfecto para el 'grooming', la práctica por la cual adultos se hacen pasar por jóvenes para intentar mantener relaciones sexuales con menores de edad. Las cifras apuntan a que el 54% ha aceptado alguna vez a un desconocido en las redes sociales y un 23,7% reconoce haber quedado en persona con gente a la que conoció exclusivamente de Internet. Tal vez el dato más preocupante sea el del 10% de los encuestados que admiten haber recibido una propuesta sexual por parte de un adulto a través de la red. Ellas, principalmente, son objeto de proposiciones sexuales por parte de adultos con mucha mayor frecuencia que los chicos, que son quienes consumen mucha más pornografía en Internet -el 51,1% ellos y 19,9% ellas-. El tránsito de 2º a 3º de la ESO «hace que se disparen todas las prácticas de riesgo», indican.
Cuántas horas de uso al día, pantallas por la noche... El porcentaje de jóvenes vascos que tendrían un uso problemático de Internet y las redes sociales se calcula en un 32,5%, una cifra similar a la obtenida para el conjunto de España (33%). Este porcentaje, señalan, «es mayor entre las chicas de 3º y 4º de la ESO». En el informe se recalca que «aunque no se pueda establecer una relación causa-efecto, los niveles de bienestar emocional, integración social y satisfacción con la vida son inferiores entre los adolescentes que presentan un uso problemático de Internet. Entre estos últimos, la tasa de una posible depresión es cinco veces mayor. Así, el 31% pasa más de cinco horas al día conectado a Internet «un día entre semana cualquiera», y ese es un numero que se dispara hasta el 46,4% durante el fin de semana. Igualmente, el 55,3% admite que duerme con el móvil al lado y uno de cada cinco asegura que entra en Internet a partir de medianoche «casi todos los días».
Auge de las redes sociales. Un abrumador 98,8% afirma estar registrado en, al menos, una red social; el 84,1% en tres o más; y el 62,5%, incluso, dice tener más de un perfil en la misma red social. Así, según los datos recogidos en la encuesta, YouTube, Instagram y Tik Tok son las más aceptadas y las que más éxito tienen. El WhatssApp también tiene una tasa de incidencia altísima, bordeando el 100%.
El papel de los padres ante sus hijos. «Solo el 26,5% del alumnado dice que sus padres les ponen normas sobre el uso de las tecnologías», se puede leer en el estudio. Por su parte, el 22,1% dice que les limitan las horas de uso y el 11,8% el contenido al que acceden. Además, uno de cada cuatro reconoce que tienen discusiones todas las semanas en casa por el uso de las pantallas. Con todo, «paradójicamente» el 37,4% informa de que sus progenitores acostumbran a utilizar el teléfono móvil durante las comidas.
Acoso escolar y ciberacoso. Tan solo el 2,3% de los encuestados asegura haber sufrido o estar sufriendo acoso escolar en el último año -el 1,9% ciberacoso-. Sin embargo, el 17,1% y el 7,4%, respectivamente, revelan haberlo sufrido en algún momento de su vida.
Informe Unicef
De entre las conclusiones que se pueden extraer de este estudio, para el comité de expertos que asesoró a Unicef en la elaboración del mismo «llama la atención el escaso nivel de supervisión que parecen estar ejerciendo madres y padres, no del todo conscientes de su papel como modelo en el uso de las pantallas». A pesar de la inquietud que generan las cifras sobre la amenaza del 'sexting', el 'grooming' o el acoso escolar, el citado grupo de expertos considera que «el uso de las pantallas supone un aporte trascendental e innegociable para los adolescentes. Les ayuda a hacer amistades. Las pantallas funcionan como un surtidor de afectos sin las que hoy parece difícil vivir».
Es «indudable» que la tecnología forma parte de la vida de los adolescentes desde hace casi dos décadas, pero desde Unicef hacen hincapié en el hecho de que «no se puede obviar que hay una serie de riesgos con el uso globalizado de la red». Además, a pesar de que el uso problemático de Internet -conocido como UPI- aún no es considerado como una adicción por la OMS, «los datos revelan que se está convirtiendo en un problema de salud pública». El comité de expertos que colaboró en el desarrollo de este informe cree que «la lucha contra el acoso escolar y el ciberacoso debe ser una prioridad», ya que «solo así se podría hacer un análisis detenido de los datos que sea útil para el diseño de nuevas políticas de prevención».
El potente y exhaustivo estudio de Unicef, dirigido por Antonio Rial, profesor de Psicología Social en la Universidad de Santiago de Compostela, ha contado también con la colaboración del Ministerio de Educación y las distintas consejerías de Educación de las comunidades autónomas que han participado en el mismo. En Gipuzkoa los centros educativos que han tomado parte son los siguientes: Axular Lizeoa, Colegio Sagrado Corazón Telleri-Alde, Ekintza Ikastola, Erniobea, La Anunciata Ikastetxea, Lezo Institutua, St. Patrick's English School, Txingudi Ikastola y Zumaiako Institutua.
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